‘De casados dejó de ser el hombre ideal’

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‘De casados dejó de ser el hombre ideal’

ESTIMADA ANA:
Tengo más de cinco años de casada con quien creía era el hombre ideal para mi, el de mis sueños, mi príncipe azul, el amor de mi vida. Fuimos novios durante más de siete años, desde que teníamos 19.

 En el noviazgo todo funcionó, se puede decir que casi perfecto. Nuestra relación era la perfecta, de ensueño. Ambos terminamos nuestros estudios y comenzamos a trabajar cada quien en su área y cuando vimos que estábamos económicamente estables, decidimos casarnos, eso fue a los casi 27 años de edad.

 No habían pasado más de dos semanas, justo cuando regresamos de la luna de miel, cuando me di cuenta que la persona con quien me había casado, era completamente distinta a la anterior.

 Me di cuenta que es un hombre descuidado, sucio y flojo. Sin interés por nada que no sea estar en la cama cuando regresa del trabajo, sin interés por convivir, salir o simplemente ser conmigo como en el noviazgo.

 Todo aquello se esfumó, es descuidado en su persona, su higiene y a veces no quiere ni que le corten el cabello. Yo no puedo hacer nada contra eso pues es un adulto y es imposible que lo trate como si fuera mi hijo.

 En la casa ni se diga, regresamos de trabajar, y lo primero que hace es acostarse a ver la televisión. Para entonces, yo estoy en el cocina viendo qué voy a preparar para cenar y para la comida del día siguiente, pues los dos nos llevamos lonche.

 Afortunadamente no necesito de su dinero, pues me pagan muy bien, por lo que no hay necesidad de que le pida para mis cosas personales. Él se encarga del pago de los servicios, gasolina y pago de impuestos. Pero de la comida, la ropa y otros gastos de diversión me encargo yo y hasta me sobra para ahorrar.

 Siempre he sido muy organizada y cuido mucho el dinero, pues me cuesta mucho ganarlo, pero él no valora ni eso. Él se ha vuelto mentiroso, irresponsable con sus finanzas y debe mucho dinero.

 Sobra decir que en mi familia no lo quieren, mis hermanos y mi mamá (no tengo papá porque nos abandonó cuando apenas era una niña) .

 Siempre lo defiendo, pero por más que le doy consejos no cambia, siempre lo perdono porque no quiero que mis hijos crezcan sin una figura paterna como yo, pero ya estoy cansada y me siento triste e infeliz.  

Natalia.
 
ESTIMADA NATALIA:
 Haber crecido sin una figura paterna quizá es lo que está haciendo que cuestiones tu matrimonio, que observes todo ese tipo de detalles que tal vez muchas mujeres ni los perciben.

 Si ya tomaste una decisión pero te detienes por tus hijos creo que estás cometiendo un grave error, pues lejos de ver a su mamá como una mujer fuerte y decidida, la ven como una mujer débil que acepta cualquier cosa por parte de su esposo, que están dispuestas a estar en una relación que no es sana.

 Aunque no lo creas, los hijos se dan cuenta de lo que sucede entre los papás, están conscientes de todo lo que ocurre en su casa y cuando ven que algo no está bien, ellos también sufren.

 Muchas mujeres no se atreven a separarse por miedo a no salir adelante, por miedo a verse solas con sus hijos frente a la vida, sin saber que esa fuerza surge sola al decidirse. Tú eres una mujer independiente económicamente y aunque quizá sea doloroso o traumático.

 La figura paterna que tanto te preocupa, tus hijos la seguirán teniendo, pues es su derecho y su papá los cuidará también. Obviamente será indispensable platicar con ellos de modo que sepan que la separación no es por su culpa, que todo estará bien y que su papá siempre los querrá.

 Ahora bien, nunca es tarde para enmendar nuestros errores y si ambos lo desean, pueden platicarlo, corregir actitudes y comportamientos y recuperar su matrimonio con la ayuda de un profesional.                     

ANA