Los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro ya ostentan el récord de preservativos puestos a disposición de sus atletas. La policlínica de la Villa Olímpica recibirá 450.000 condones para repartir entre los cerca de 10.500 deportistas, técnicos y otros miembros de las delegaciones durante el evento que se celebrará en agosto en la ciudad. Es el triple del contingente ofrecido en Londres en 2012, el mayor hasta ahora, y resulta en una media de más de 42 preservativos por atleta para los 17 días de la competición. Los condones, sin embargo, estarán a disposición de todos los ocupantes de la Villa Olímpica, unas 17.000 personas entre técnicos, entrenadores, directivos y atletas.

Entre la mercancía, distribuida por el Comité Olímpico Internacional y facilitada por el Ministerio de Salud, habrá también cerca de 100.000 preservativos femeninos y 175.000 botes de lubricante. 

La vida sexual de los atletas en Londres ya inspiró todo tipo de crónicas periodísticas. El tabloide The Mirror relató el colapso de las aplicaciones de móvil para ligar con la llegada de los deportistas a la ciudad y Forbes se preguntaba quién ganaría los Juegos Olímpicos del sexo. La iniciativa en Brasil que, como ya es tradición en otras ediciones olímpicas, busca promover el sexo seguro para evitar enfermedades de transmisión sexual, ayudará a combatir un riesgo menos conocido que preocupa a las federaciones de todo el mundo.

El virus del Zika 

Río de Janeiro concentra el mayor número de personas infectadas por el virus del Zika del país, con cerca de 26.000 casos notificados. La enfermedad, propagada por el mismo mosquito que contagia la fiebre amarilla o el dengue, puede transmitirse también por vía sexual. La Organización Mundial de la Salud, en este sentido, acaba de publicar una guía donde recomienda a turistas y atletas protegerse durante el sexo o incluso abstenerse durante las semanas del evento. La recomendación se amplía incluso a las cuatro semanas posteriores a los Juegos para evitar que alguien que se haya contagiado sin saberlo lleve el virus a sus países de origen.

La propagación del Zika a gran escala, más allá de las fronteras de América Latina, donde se encuentra el foco del virus, ya ha sido motivo de alerta por parte de varios expertos extranjeros en salud pública, que han recomendado atrasar o suspender los Juegos. La última advertencia vino del profesor canadiense Amir Attaran que escribió en la revista especializada en salud pública de la Universidad de Harvard sobre el riesgo de propagación que supone traer más de medio millón de turistas al país que concentra el mayor número de infectados. Los Juegos, sin embargo, se celebrarán durante el invierno carioca, cuando precipitaciones y temperaturas caen y la incidencia del mosquito es menor. 

Los ciclos vitales del insecto no han sido suficientes para tranquilizar a la delegación australiana, que ha anunciado que vendrá con su propio contingente anti-Zika. Los australianos traerán en sus maletas condones especiales, recubiertos con un gel antiviral que, además de reforzar la protección contra el VIH y otras infecciones, promete impedir el contagio del virus que más preocupa a Brasil.