“Rogelio, acuérdate que estábamos bien fregados, ahorita estamos bien, tenemos que acostumbrarnos a todo ¿Qué puede pasar?...”, dijo su esposa doña Estela Vela.

Hoy, a 42 años de esa frase, don Rogelio Aguirre Vaquera será galardonado por la Canaco con la Presea de la Perseverancia.

Al hombre bohemio y referente del ciclismo en la ciudad, se le quiebra la voz recordando el momento de la llamada anunciando el galardón. Detrás de los lentes de pasta, el comerciante irradia algarabía al ser recordado por sus colegas. 

El apoyo que recibió en un principio para arrancar, él lo devolvió con creces a la sociedad, rescatando colonias conflictivas por medio del deporte; acercando a padres de familia para apoyar a sus hijos y participar en torneos sin distinción de disciplina. 

Sarapero y seguidor del Cruz Azul. La única condición de su negocio Rogelio Bicicletas, para apoyar equipos deportivos era su vulnerabilidad económica; se prometió apoyar equipos de bajos recursos y lo logró. En sus tiendas cuenta con hileras de trofeos para su venta, patrocinio y cuenta con una carrera de ciclismo en su nombre.

A través de torneos patrocinados, equipos patrocinados y apoyos llegó a juntar hasta 5 mil jóvenes. De hecho, se topa con “desconocidos” en la calle que le agradecen, algunos acompañados de familia le recuerdan que fue él quien los salvó a través del deporte.

¿Por qué bicicletas?
Años como encargado de un negocio ciclista habrían bastado para emigrar como emprendedor pero él dudaba. “La que me impulsó fue mi señora, llegó un momento en que decidí marchar yo solo, me dijo que por qué no me salía de una vez”, así tomó impulso.

La trayectoria de perseverancia del sarapero de corazón no podría escribirse sin la ayuda de una red de empresarios que depositaron en él su confianza sin esperar algo a cambio. Don Rogelio recuerda el impulso que le otorgó don Armando Castilla para su publicidad, lo mismo que don Tafich, Roberto y Tomás Gutiérrez.

“La gente venía y venía, quería conocer a Rogelio Bicicletas, haga de cuenta que empecé y empezó la gente a venirse encima”, compartió agradecido dentro de su oficina rodeada de fotografías de su familia, figuras y elementos deportivos. 

Quizá es por esta red de colaboración que ayudó a impulsarlo que don Rogelio recrimina la falta de comerciantes locales. “Ya la mayoría de los negocios son de Monterrey, México, Torreón, hay de todos lados, se están acabando los comerciantes saltillenses”, declaró en entrevista, además de reconocer su admiración por emprendedores como Aguillón y otros que se han ido forjando de un nombre en los negocios. 

Fundador y cabeza de Cáritas durante 17 años, don Rogelio pudo desertar varias veces pero su esposa, doña Estela Vela, no lo dejó, ella atendía mientras él salía a ofrecer productos. “De repente se me vinieron abajo las cosas… Se vienen cosas que hasta ahora me dijo que hablara”, así fue como dio la cara y no se escondió. 

¿Cómo ser perseverante?
Para don Rogelio los comerciantes de hoy creen que van a llegar y a barrer con el dinero, ese no es camino. Por más de 42 años, Rogelio Bicicletas junto a sus empleados han recibido con los brazos abiertos a sus clientes. Entre trofeos, balones y un particular olor a plástico, don Rogelio recuerda la clave de su perseverancia: dar servicio, esa es la diferencia.