Saltillo, Coahuila. Los cuerpos de Martín Rodríguez Chávez y Erasmo Jorge González, los saltillenses que fallecieron durante el enfrentamiento dentro del penal del Topo Chico, en Nuevo León, fueron velados desde la noche del viernes por sus familiares en las capillas del DIF de la colonia Del Valle de esta ciudad.
Familiares y amigos de los fallecidos estuvieron en las capillas hasta las 17:00 horas, pues posteriormente procedieron a darles el último adiós en el panteón La Paz.

La esposa de González Morales manifestó a VANGUARDIA que, aunque desde hace aproximadamente tres años no iba a visitarlo, lamenta la pérdida, sobre todo porque los tres hijos que tuvo con él resintieron el fallecimiento de su padre.

“Yo casi no lo veía por la falta de recursos, yo trabajo todo el día en una fábrica para poder darles de comer a mis hijos. Gano mil pesos a la semana para poder mantener a mis dos niños en la primaria y al grande en la secundaria”, comentó Karla Nallely. Asimismo, indicó que su esposo tenía seis años en prisión, de una sentencia de 12 años que le pusieron por homicidio imprudencial, aunque oficialmente se maneja que fue por robo.

Indicó que González Morales había sido arrestado en Saltillo y enviado al penal de esta ciudad en varias ocasiones, por lo que después decidieron irse a vivir a Monterrey, donde luego lo volvieron a arrestar.

“Él de repente les hablaba por teléfono a los niños, pero muy poco porque ahí las llamadas están muy caras, por eso ya en los últimos años no sabíamos mucho de él”.  

Aunque también se intentó hablar con el hermano de Rodríguez, éste prefirió no hacer comentarios.
González Morales, conocido como “El Gordo”, llevó en Coahuila un proceso por robo, estuvo recluido en el penal de Saltillo y escapó, pero posteriormente fue capturado en Nuevo León por el mismo delito y purgaba condena en el Penal del Topo Chico. En el caso de Rodríguez Chávez, purgaba una condena por secuestro.

Aunque el traslado de los cuerpos corrió a cargo del Gobierno de Nuevo León, familiares de los fallecidos se acercaron con el Gobierno de Coahuila para obtener ayuda.

Ayer trascendió que entre los cinco cuerpos calcinados dentro del penal del Topo Chico que no habían sido identificados, podría haber más saltillenses.