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Da largas Gobernación a peticiones de migrantes en Saltillo
La Casa del Migrante no justifica los actos de agresión que aplicaron dos migrantes hondureñas contra una persona de la tercera edad en un crucero de Saltillo; sin embargo, afirma que la situación de extranjeros que piden en los cruceros de la ciudad se debe a un trasfondo que nadie atiende.
Tras la noticia de la agresión, Alberto Xicoténcatl, director de la Casa del Migrante Saltillo, informó que las dos hondureñas señaladas, acudieron a la organización después del percance, para pedir ayuda y declarar que en ningún momento aplicaron violencia en contra de su denunciante.
Alberto Xicoténcatl comentó que ésta no es la primera ocasión que sucede una situación similar; sin embargo, la mayoría de las ocasiones donde las personas migrantes agreden a otras, se debe a que con regularidad éstos atraviesan por un mal momento migratorio que afecta a su estatus psicológico.
Explicó que por ejemplo las dos mujeres señaladas como agresoras, tienen desde el mes de diciembre llevando a cabo una solicitud de refugio, que la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado debió atender desde hace 60 días, para que logren ingresar a un trabajo digno, y salgan de las calles.
“Por un lado, la Secretaría de Gobernación no resuelve, y por otro lado el Instituto Nacional de Migración no les otorga una visa para trabajar. Las empresas no les pueden dar trabajo porque si se los dan, los multan. Ellos tienen que salir a la calle. Estamos poniendo a estas personas en una situación límite donde sus reacciones no son las mejores. Ni les resuelven nada, ni les permiten trabajar”, señaló.
Alberto Xicoténcatl dijo que actualmente hay por lo menos 30 personas migrantes en los cruceros de Saltillo, enfrentando la misma situación, que no pueden ser detenidas por enfrentar un proceso migratorio válido; sin embargo, por las agresiones si pueden subsanar una falta administrativa como la que supuestamente cometieron las hondureñas.
“Éste es un tema del Gobierno Federal. Estas personas saben que si no salen a la calle, no pueden comer. El problema va más allá de un enojo o de una pelea”, declaró.