A casi ocho meses de que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) empezó a distribuir uno de los nuevos medicamentos contra la hepatitis C, 138 derechohabientes están curados y más de 650 están en el proceso de comprobar que también lograron erradicar el virus de su organismo. Una vez que se ha corroborado la eficiencia del producto, se ampliará la cobertura de manera progresiva para llegar a 140 mil personas portadoras de la infección que se han detectado hasta ahora, informó el director, Tuffic Miguel Ortega.

En entrevista, ratificó la decisión del instituto de incorporar a su cuadro básico de medicamentos aquellas moléculas innovadoras que tengan un efecto curativo. Este es el caso y, por lo mismo, en breve entrará otro de los antivirales innovadores, el cual tiene la capacidad para combatir los seis genotipos del virus. Su efectividad es de 97 por ciento.

El que está disponible por ahora ataca al genotipo 1, presente en 75 por ciento de los casos. Miguel Ortega adelantó que a finales de febrero se presentarán los resultados de la primera fase del programa piloto, en la que se incluyó a mil 200 derechohabientes con diagnóstico de hepatitis C. Se dio prioridad a los casos urgentes, con más avance del padecimiento y a los que cumplieron con los criterios clínicos determinados por los especialistas del IMSS. Por no reunir esos requisitos, alrededor de 400 no pudieron recibir el medicamento, indicó el funcionario.

Recordó que para esta primera fase se designaron ocho centros de referencia a donde los pacientes deben acudir para recibir los antivirales. Ya hay dos centros más y paulatinamente se sumarán otros.

El funcionario reconoció que esta disposición puede parecer un obstáculo para el acceso a las terapias, pero es que antes de ofrecerlo a todos los pacientes, en el IMSS teníamos que comprobar la eficacia terapéutica por el alto costo del producto, alrededor de 180 mil pesos por paciente.

Con las terapias convencionales, cuya efectividad es de 75 por ciento, el costo para el IMSS es de 150 mil pesos, pero con alta probabilidad de que a mediano plazo los enfermos presenten complicaciones graves como cirrosis y cáncer de hígado, sobre todo. Eso implica constantes ingresos al hospital y la necesidad de tratamientos paliativos, porque a causa de estos problemas los afectados mueren en forma prematura.

El director del IMSS resaltó que en este caso la consideración del precio del medicamento queda superada por el beneficio para los pacientes, pues recuperan plenamente su salud. Lo que importa es darles el mejor tratamiento disponible, subrayó.

Los antivirales de acción directa contra hepatitis C que se toman durante 12 semanas, están disponibles en el mundo desde unos tres años y han significado un cambio radical en el abordaje del padecimiento.

Se estima que en México, la enfermedad afecta a 1.5 millones de personas. Debido a que no da síntomas, sino hasta los estados avanzados, la mitad de los portadores lo desconocen, de acuerdo con datos de la Fundación Mexicana para la Salud Hepática.