Cumplen 60 años las telenovelas mexicanas
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Cumplen 60 años las telenovelas mexicanas
Este naciente año, a como están las cosas, no sabemos si será de celebración o motivo de lamento el hecho de que las telenovelas en México cumplen seis décadas del inicio de su producción.
Corría el año de 1958 cuando el 9 de junio inició sus transmisiones “Senda prohibida”, producción de Jesús Gómez Obregón para Telesistema Mexicano, lo que con los años se convertiría en Televisa, en el horario de las 19:30 horas del entonces Canal 4 de la capital azteca con una duración de 30 minutos y en blanco y negro. Aunque sus protagonistas eran los primeros actores Francisco Jambrina y Dalia Iñiguez, la responsable del éxito de la misma fue irónicamente la actriz Silvia Derbez que con el paso de los años se convertiría en una de las principales divas del género, pero por interpretar por primera y única vez en la pantalla chica el papel de una villana. El serial apenas completó, aunque con mucho éxito, el primer mes de transmisiones, para ser sustituida el 20 de julio por otro clásico: "Gutierritos".
La también madre del hoy exitoso actor Eugenio Derbez, interpretó en aquella historia escrita por Fernanda Villeli el papel de Nora, una joven pueblerina e inicialmente sufrida quien deja su lugar de origen con el único objetivo de tenerlo todo en la vida, por lo que al llegar a la Ciudad de México y conseguir trabajo como secretaria en una oficina aprovecha que su jefe (Jambrina) se entusiasma de ella y a pesar de ser casado y con un hijo se aprovecha de ese interés para que le haga regalos, le compre un departamento y lo lleve incluso a dejar su casa para hacer una nueva vida con ella.
La misma historia fue adaptada dos décadas después por su misma escritora bajo el título de “Amor prohibido”, donde los involucrados fueron interpretados por los primeros actores Saby Kamalich e Ignacio López Tarso, quien en su caso dejaba a su esposa y su hogar por el amor de la actriz Claudia Islas. Aquellas dos telenovelas fueron políticamente correctas para su época, ya que al final de las mismas el esposo regresaba arrepentido a los brazos de la primera esposa quien termina perdonándolo, en cuanto a la villana quedaba sola e inclusive vestida de novia en su primera versión frente a un espejo por el daño que se atrevió en causar a “la sagrada institución del matrimonio”.
Medio siglo y casi diez años después, sigue habiendo historias en Televisa de triángulos amorosos donde hay una mujer que cometió eutanasia por amor y se enamora del abogado que la defiende que es también casado en “Me declaro culpable”; de swingers donde no necesariamente son “felices los cuatro” sino que tienen consecuencias inclusive trágicas por en medio de sus matrimonios “Caer en tentación” y de familias homoparentales hasta vientres alquilados en otras telenovelas en el horario estelar que van de “Un padre a toda madre” a “Las Malcriadas”. Y en medio de estas telenovelas, ya hemos dicho desde al año pasado que el género se debate entre la renovación o la muerte. Con todo, vaya desde aquí una calurosa felicitación y (esperamos) que cumplan muchos más.
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