Saltillo.- Transformar conductas normalizadas y promover la cultura de los Derechos Humanos, son algunos de los principales retos de la Defensoría de Derechos Humanos Universitarios, aseguró Magda Yadira Robles Garza, titular del despacho.

“Es fácil obviar la cultura de los Derechos Humanos pero lo importante es llevar estos conceptos y cultura de defensa al lenguaje de médicos, ingenieros, licenciados, es decir, estudiantes que se formarán en la igualdad y equidad desde la universidad”, expresó Robles Garza.

Esto representa, además, la formación de próximos profesionistas que forjarán también una sociedad con valores de defensa y respeto hacia los derechos humanos, agregó.

Entre las estrategias mencionadas para emprender dicha promoción de la cultura de derechos humanos son la sensibilización, capacitación y divulgación, pero también realizar investigaciones de oficio, replantear la legislación de los estatutos universitarios, así como promover la denuncia.

“Es todo un catálogo de derechos humanos, que a veces los obviamos pero estoy convencida de que hay que educar para aprender, crecer, conocer y sobre todo crear un ambiente de respeto, igualdad y equidad”, expresó la titular.

De entrada, considero, existe una falta de conocimiento sobre la Defensoría, de sensibilización sobre los derechos humanos, incluso, pensar que si existen litigios será una “lucha de poderes” o “guerra a muerte” es una concepción de la defensa de Derechos Humanos equivocada.

“La defensa es conciliatoria con acuerdos de conformidad, de diálogo, de resultados y beneficios sobre la atención para las denuncias, así como aplicar las sanciones o medidas cautelares necesarias”, expresó Robles Garza.

Admitió que la Defensoría emitirá su posicionamiento respecto a la creación del Código de Conducta Universitario desde una perspectiva de derechos humanos y atenderá casos rezagados y recientes de los que se recibió denuncia, provenientes de las facultades de Saltillo y Torreón.

Aclaró que no se trata de una “persecución ni represalia de estudiantes”, sino de promover una cultura de respeto que permita a los universitarios formarse como profesionistas en ambientes armónicos y solución de controversias fundamentados en la paz.