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Culpan a Trump y sus aranceles por cierre de plantas de General Motors
Los aranceles al acero y al aluminio impuestos por Estados Unidos a las importaciones de estos metales fueron señalados en Canadá como las principales causantes del cierre de cinco plantas de General Motors en Norteamérica, incluida una en Oshawa, Ontario.
El gobernador de Ontario, Doug Ford, aseveró que –como lo ha expresado al gobierno de Justin Trudeau y a la administración de Donald Trump en su momento- las tarifas de 25% a la importación de acero y 10% a la de aluminio, serían un duro golpe a la industria automotriz de la región.
“Sabemos que en la producción automotriz de la región las unidades atraviesan la frontera como seis o siete veces, por lo que esas tarifas lo único que hacen es afectar a las industrias de ambos lados de la frontera”, aseveró Ford, quien pidió la cancelación de dichos aranceles.
Los representantes comerciales de Norteamérica firmarán este viernes el Tratado Comercial Estados Unidos-México-Canadá (T-MEC), en el marco de la reunión del G20 en Argentina, pese a la permanencia de las tarifas al acero y aluminio, mismas que Ottawa y el gobierno mexicano buscan que sean eliminadas.
El cierre de la planta en Oshawa, unos 62 kilómetros al este de Toronto, afectará a 2,522 trabajadores por horas y a otros 300 asalariados, aunque se habla de que impactará a unas cinco mil familias.
El gobernador Ford se dijo muy decepcionado con la decisión de GM, empresa que en el pasado ha sido apoyada por Canadá.
Indicó que habló este lunes con el primer ministro Trudeau y aseguró que pese a las diferencias políticas, el gobierno federal y su gobierno conservador “estamos en la misma sintonía” para ayudar a los trabajadores afectados.
Explicó que le ofreció apoyo a GM Canadá para que no cerrara la planta, pero que la respuesta fue inamovible. Adelantó que los trabajadores de medio tiempo tendrán los beneficios de seguro de desempleo y señaló que pidió al gobierno federal aumentar cinco semanas a las 45 de asistencia.
El anuncio del cierre de la planta provocó un acalorado debate en la Legislatura de Ontario, donde la líder del partido de centro-izquierda NDP, Andrea Horwath, cuestionó al gobernador Ford por la falta de acciones para asegurar el empleo de los trabajadores que se verán afectados durante 2019 (la planta cerraría completamente en diciembre de ese año).
“La gente no necesita programas de ajuste, ellos necesitan conservar su trabajo”, acusó Horwath, a lo que el gobernador conservador reiteró que la ayuda a GM se ofreció, pero no fue considerada pues la decisión ya estaba tomada.
El ministro de Innovación y Desarrollo Económico de Canadá, Navdeep Bains, adelantó que el gobierno federal asistirá a los trabajadores afectados, aunque no dio más detalles.
Tanto a nivel federal como provincial y entre los representantes manufactureros y sindicales el anuncio de GM fue tomado como “no negociable”, por lo que las declaraciones se dieron más en el sentido de “¿qué hacer ahora? ¿cómo impactará en todo el país?” y “cómo evitarlo”.
“El problema no sólo es en Oshawa sino cómo afectará esto en otras ensambladoras y en la cadena de producción automotriz”, afirmó Bains, quien recordó que 500,000 empleos están conectados con el sector automotriz directa e indirectamente.
Jerry Dias, líder del sindicato Unifor, que agrupa a miles de trabajadores automotrices, manifestó su rechazo al anuncio de cierre de la planta y aseveró que el sindicato, a través de su sección UniforLocal222 abogará por los derechos de los trabajadores a mantener su empleo.
La diputada provincial por la localidad de Oshawa, Jennifer French, consideró muy lamentable el anuncio, sobre todo por abandonar a los trabajadores y aclaró que “GM no construyó a Oshawa sino que Oshawa construyó a GM”.