El delegado del IMSS Coahuila, Leopoldo Santillán, señaló que la actual escasez de medicamentos se debe a que los grupos vulnerables son los principales en ser afectados por el COVID-19, por lo que ha aumentado la demanda de algunas claves hasta 400 por ciento.

El representante de la institución en Coahuila afirmó que son estragos colaterales que ha producido la pandemia.

Señaló que la mayoría de las claves tienen que ver con enfermedades que entran en el grupo vulnerable ante la crisis sanitaria y que demandan claves específicas, como lo son los diabéticos, los hipertensos, las personas con obesidad, las personas que se curan con hipercolestenia, los pacientes que están siendo atendidos por cáncer o algún padecimiento oncológico, o los pacientes con un problemas reumatológico.

Señaló que es un tema que se ha visto a nivel nacional y que se ha resuelto en la marcha durante la pandemia.

“Eso se ha visualizado en las claves y el agotamiento, que es un tema nacional que se ha venido resolviendo. Hemos tenido crisis en insulina Glargina, en algunos tratamientos oncológicos, hemos tenido problemas con  algunos antihipertensivos como el Losartan, que es de batalla, y además todos los insumos para combatir al COVID-19”, explicó.

Añadió que a pesar de que puede tardarse la llegada de los medicamentos, el abasto se resuelve, pues dentro del presupuesto está previsto la necesidad de compra de los mismos.

“Nosotros hemos subsanado, porque se estima siempre un presupuesto para soportar las compras emergentes y garantizar el surtimiento de la receta y para el uso hospitalario. En los casos que hemos tenido problemas con los proveedores nacionales, a nivel central es quien ha resuelto.