Personajes como Margarita Maza de Juárez y Sara Pérez Romero carecen de méritos para ser incluidas en el Paseo de las Heroínas que en este año impulsará el gobierno de la Ciudad de México, tal como lo anunció el pasado sábado la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, y el secretario de Cultura local, Alfonso Suárez del Real.

La idea es colocar las esculturas de 12 personajes femeninos de la historia de México sobre Paseo de la Reforma, en el tramo del Ángel de la Independencia a la Puerta de Los Leones de Chapultepec.

Sin embargo, ambas mujeres no cuentan con el peso histórico ni con fundamentos para ser consideradas heroínas, al lado de mujeres como Leona Vicario y Carmen Serdán, denunció el promotor cultural y museólogo José Carlos Canseco.

Además, consideró que el nombre de este Paseo no es el más adecuado, debido a que también se ha incluido en la lista de 12 mujeres a Sor Juana Inés de la Cruz, quien en 2019 fue borrada de las celebraciones realizadas por la Secretaría de Cultura federal (SC) y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), pese a que fue designada Persona Ilustre en 2018.

“Con todo respeto, ni la señora Madero ni la señora Juárez tuvieron algún tipo de activismo político y, a simple vista, palidecen al lado de figuras como Carmen Serdán”, expresó el también coordinador del foro dedicado al patrimonio cultural denominado Caballito Conservación.

Y añadió: “Me parece que sí es un buen principio este Paseo, pero es una propuesta que no ha sido bien estudiada ni analizada. Así que no es un proyecto serio. Por ejemplo, la señora Margarita Maza fue esposa del presidente Benito Juárez, pero nunca tuvo alguna actividad política; y en el caso de Sara Pérez… diría que la señora sufrió la muerte del marido y la persecución, pero eso no es un mérito para estar junto a figuras como Carmen Serdán y Leona Vicario, que son gigantescas”.

En suma, dijo, no se les puede llamar heroínas, “porque son dos señoras que no tuvieron otro papel más que el de ser consortes. A mí que me digan dónde está documentada la actividad política de la señora Juárez. ¡No existe! Su gran mérito fue lograr que sus hijas se casaran por la iglesia”.

Otro tema peculiar es la inclusión de la Décima Musa. “Aquí hay otro tema, dado que Sor Juana no es una heroína… Claro que sí es la figura más preclara de nuestras letras novohispanas y, sin duda, tiene un lugar indiscutible, pero la pregunta sería: ¿cuál es el heroísmo de Sor Juana? En este sentido, quizá no se entiende la vocación de este Paseo de las Heroínas. Es confuso.  En todo caso, no son heroínas, sino mujeres destacadas en la historia y el arte de México”, explicó.

Otro cuestionamiento que no deben eludir las autoridades, puntualizó Canseco, es que hasta el momento “las autoridades capitalinas no han informado quién eligió los nombres de las 12 figuras, por qué lo hizo y dónde están los ilustres expertos e historiadores que hicieron la propuesta y si la propuesta fue revisada por el Comité de Monumentos y Obras Artísticas en Espacios Públicos de la Ciudad de México (Comaep)”.

Y aunque han anunciado que en esta idea apoya el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), no han dado mayores datos. “¿Dónde está el comité que las eligió, quiénes lo integraron, cómo se pronunciaron; y de qué grupos de expertos, historiadores y urbanistas se asesoraron; quiénes serán los escultores que realizarán este trabajo?”, cuestionó.

Canseco también recordó que el proyecto recupera la idea planteada por el historiador Francisco Sosa, durante el Centenario de la Independencia, cuando las autoridades colocaron distintas figuras de próceres sobre Paseo de la Reforma.

“Entonces, cada estado cubrió el costo de las esculturas, pero la diferencia es que en aquel momento cada entidad eligió el personaje a representar… y, en este caso, es Sheinbaum la que ha elegido la efigie”, apuntó.

¿Qué observa en esta propuesta?, se le cuestiona. “La complacencia por agradar a los afectos históricos del Presidente, lo cual, me parece un vasallaje inadmisible dentro de la autoridad de la CDMX. Aunado a esto, la autoridad tendría que expresarse sobre la reposición de esculturas que aún faltan sobre Paseo de la Reforma”.

Y concluyó: “Lo precioso es que los de Morena están poniendo a una aristócrata, porque la señora Sara Pérez fue hija de una de las familias de gran relieve y fortuna del norte, hija de terratenientes que muy poco tenían que ver con la gesta revolucionaria y, al igual que su marido, fue miembro de una burguesía muy rica. Digamos que es una especie de revancha porfiriana. Aunque quizá, ni siquiera lo saben”.

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