Torreón, Coahuila.- Resulta paradójico que quienes quieren hacer valer la ley, sean los primeros que la violan y pareciera que la ciudadanía no se diera cuenta de algo tan burdo como es la promoción personal disfrazada de distintas formas en espectaculares y puentes.

De esta manera se refirió el alcalde Miguel Ángel Riquelme Solís en relación a la denuncia que el PRI interpuso en contra del senador panista  Luis Fernando Salazar Fernández, por una onerosa e ilegal campaña de promoción personalizada en el estado.

El problema es que todavía no inicia el proceso electoral y el panista ha utilizado una cantidad indiscriminada de recursos para colocar anuncios espectaculares, fuera de los plazos permitidos por el INE.

También ha puesto a la venta cajas de leche con su fotografía en el empaque y durante la presentación de su informe legislativo, recibió donaciones de particulares, sin aclarar el origen y destino de los recursos involucrados.

Serán las autoridades electorales quienesaá definan si hay castigo o no, o si esto es correcto, simplemente se presentó una denuncia, pero es una cuestión partidista.

Declaró que existe la clara prohibición en la ley electoral de la presentación de la imagen de quien aspire a un cargo de elección popular y también la difusión del nombre; es erróneo el tratar de darle la vuelta a la ley, consideró.

La instalación de más de 90 espectaculares en el estado, expresó es materia de impugnación; sobrepasa los gastos de campaña de una elección constitucional, además de que resulta misteriosa la procedencia de los recursos para pagar ese tipo de publicidad. Es un tema que dará mucho de qué hablar en los próximos días.

La publicidad del alcalde de Saltillo, Isidro López, es lo mismo, los dos están violando la ley, en un acto desesperado por posicionar su imagen ante la ciudadanía, a costa de lo que sea.

Asimismo de los espectaculares de Guillermo Anaya, el cuestionamiento es el mismo ¿de dónde provienen los recursos para la autopromoción que están haciendo?

En los tres casos, las propias empresas de publicidad hay caído en anomalías, hay que ver si están pagando en efectivo, hay que conocer quién los contrató y también la inexistencia de las revistas que supuestamente los promocionan y los títulos que están plasmados.