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Cubrir el déficit de pensiones arrincona las finanzas públicas: Amafore
Cancún, QR. La transferencia de recursos fiscales para financiar el déficit de las pensiones en México, que se ha convertido en el tercer mayor rubro del gasto gubernamental, mantiene "arrinconadas" las finanzas públicas. Tal situación hace inviable al sistema de retiro, gestionado ahora por empresas privadas, sostuvo Carlos Noriega Curtís, presidente de la Asociación Mexicana de Adminsitradoras de Fondos para el Retiro (Amafore).
Calificó como "un mito" que el monto de pensión que reciben los trabajadores en México, que en promedio es equivalente a 30 por ciento del salario promedio de los últimos cinco años ?la llamada "tasa de remplazo"? sea baja, como han asegurado varios críticos del sistema pensionario en el país, basado desde 1997 en la aportación individual de los trabajadores.
Los recursos aportados por los trabajadores a las administradoras de fondos para el retiro (afore) a lo largo de los últimos años se han convertido en una "fuente de estabilidad" financiera para el país. Su monto hace a los trabajadores, a través del dinero ahorrado en los fondos para el retiro, una de las principales fuentes de financiamiento, tanto del gobierno federal como del sector privado.
"Es un poco un mito que la tasa de remplazo (la pensión recibida por los trabajadores como proporción de su último salario) es baja en México, en comparación con los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. En esas naciones la tasa de remplazo está compuesta por la pensión no contributiva, que es la pensión universal en el caso de México (equivalente a un salario mínimo), la pensión contributiva, que es la afore, y el ahorro voluntario", apuntó.
En los países avanzados, la pensión suma 60 por ciento del último salario, pero por la suma de la pensión mínima que otorga el Estado, el ahorro obligatorio y el voluntario. Aquí en México existe un sistema como el programa 65 y más que otorga una pensión a adultos mayores, el ahorro voluntario y el Infonavit. "Habría que sumar todo eso para desmitificar" sobre la baja tasa de remplazo en México, dijo.
"No tenemos una situación tan grave como se apunta. Sí es cierto que la pensión no es lo que quisiéramos. Queremos subirla y la única manera en que podemos hacerlo de manera sostenible es generando ahorro. Porque de otra forma, lo único que queda es que el gobierno subsidie y lo que estamos viendo es que la presión generada por el gasto para cubrir el déficit de pensiones está empujando las finanzas públicas, arrinconándolas, no sería viable hablar de un sistema que dependa del subsidio gubernamental", agregó Noriega Curtis, al participar en la 11 Convención nacional de la Asociación de Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (Asofom).
El último año, el monto de recursos públicos destinados a cubrir el déficit de los sistemas de pensiones, de unos 720 mil millones de pesos, fue el tercero de mayor tamaño en el presupuesto federal, después del correspondiente al pago de la deuda pública y las transferencias a gobiernos de estados y municipios, apuntó Noriega.
"Por la dinámica demográfica, esta presión no va a disminuir en el corto plazo. Lo que se requiere es que el gobierno se quede con la carga de la generación de transición ?la que comenzó a cotizar en la seguridad social hasta junio de 1997? pero que a futuro el fuerte de las pensiones dependa del ahorro que se vaya generando. El bono demográfico todavía nos puede ayudar, pero ahí está la urgencia de hacer cambios en la ley" para, entre otras, aumentar la aportación a las cuentas de retiro, que actualmente es de 6.5 por ciento del salario de cotización.
En este sentido, dijo no tener información de que el gobierno federal vaya a presentar, en el periodo ordinario de sesiones del Congreso que inició este mes, alguna iniciativa de reforma a la ley de seguridad social para modificar las tasas de aportación de trabajadores y patrones al sistema para el retiro.
"Todas las reformas promovidas por el actual gobierno han sido muy importantes y transcendentes. La relacionada con las pensiones tiene la peculiaridad que cruza por el mercado laboral. Subir la tasa de aportación significa afectar a los patrones, al gobierno y a los propios trabajadores. Es un tema de redistribución del ingreso. Todos coincidimos en que hay que redistribuir a favor de los que menos tienen, pero a la hora en que se toca el bolsillo todos brincamos. Entonces, esa redistribución requiere un apoyo político mucho más fuerte".