Cubrebocas: indispensable para evitar muertes

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Cubrebocas: indispensable para evitar muertes

Protegernos y con ello proteger a los demás es una responsabilidad que debemos asumir sin ambigüedades y sin desmayo. No hacerlo será mucho más costoso.

Relajar las medidas de prevención en contra del coronavirus SARS-CoV-2 es una mala idea y el repunte de casos de contagio y muertes en el mundo entero, incluido desde luego nuestro país, es la mejor evidencia de ello. Y la afirmación es tanto más cierta cuando se toma en cuenta que dicho repunte está ocurriendo a pesar del avance en el proceso de vacunación.

Múltiples voces han advertido, desde finales del año pasado, que la llegada de las vacunas no podía –ni debía– considerarse el fin de la pandemia y que, aún cuando se trataba de un avance de gran relevancia, era necesario mantener la guardia en alto.

La aparición de nuevas variantes del virus, particularmente la “delta”, han dejado claro que el coronavirus está lejos de haber sido “domado” y que si no reforzamos la prevención el costo en vidas humanas que ha significado esta pandemia crecerá más todavía.

En el caso específico de México, las proyecciones del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud (IHME, por sus siglas en inglés), de la Universidad de Washington, plantean que en los próximos tres meses podrían sumarse casi 45 mil defunciones más en caso de mantenerse las tendencias actuales, superando con ello los 284 mil decesos.

De acuerdo con el centro de estudios, la situación podría ser incluso peor si no se refuerzan las medidas de prevención. En ese caso, los decesos al 1 de noviembre próximo podrían superar los 310 mil.

A esta desalentadora proyección no escapa nuestra entidad pues, de acuerdo con el mismo IHME, los decesos en Coahuila podrían triplicarse a finales de mes, llegando a los 17 diarios de continuar la tendencia actual, pero podrían elevarse hasta los 25 diarios en la primera semana de septiembre en el peor de los casos.

¿Cual es la diferencia entre estos escenarios? El uso de las mascarillas y la práctica de la distancia social. La implementación de estas dos medidas puede lograr, de acuerdo con el IHME, que la tasa de contagios y muertes comience a descender en la última semana de agosto. No hacerlo puede implicar que la situación siga empeorando durante toda la primera mitad de septiembre.

Adicionalmente, si el peor escenario se actualiza eso implicaría que la tasa de muertes regrese a los niveles que vimos en enero pasado (más de mil decesos por día) y que el descenso hasta los niveles de junio (menos de 100 muertes al día) ocurra hasta el año próximo.

Han fallecido ya demasiadas personas. La pandemia nos tiene exhaustos, es verdad, pero nadie dijo que esta sería una carrera de velocidad. Protegernos y con ello proteger a los demás es una responsabilidad que debemos asumir sin ambigüedades y sin desmayo. No hacerlo será mucho más costoso.

Por ello, aunque estemos ya agotados, es preciso insistir en la necesidad de usar cubrebocas y gel antibacterial, así como lavarnos las manos con frecuencia y mantener la distancia social.