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Cuba regala ‘La Tierra’
La Feria Internacional del Libro 2016 está por terminar y el lienzo que reposó durante toda esta semana en el stand del país invitado poco a poco se fue llenando de colores cítricos gracias al pintor José Cura, quien confía en la solidez de la pintura cubana y la amistad de México.
Dicho mural tiene una dimensión de 4 por 3.60 metros que Cura a mandil, pincel y acrílico ha trabajado subido en un andamio azul mientras la asistencia lo observó trabajar rápido pero efectivo, convencido de que de seguir así, los murales de la FILA serán uno de los legados más valiosos en el futuro no sólo de Coahuila sino del país.
Durante un momento de reposo, José Cura compartió con VANGUARDIA los detalles del trabajo que, al igual que el año pasado, será donado a la Escuela de Artes Plásticas.
Amante de trabajar con las frutas cubanas, que guardan gran similitud con las de México, en el mural se observan el mamey, el melón, la sandía, la granada, el plátano y otros tipos de flora comestible, a lo que mezcla parte de la religión afrocubana que se profesa en su país.
“Hice un boceto inspirándome en los trabajos que hacemos al estilo de Cuba, pero la inspiración también viene de a partir de la mística que está dentro del arte cubano osea dentro de los orichas” explicó el artista.
“A través de la historia y después de los esclavos, Cuba se ha convertido en un sincretismo religioso porque ellos trataron en todo momento de preservar la historia, sus orishas, sus santos y los enmascararon de los santos de la iglesia católica” memoró.
Es por ello que como lo dice la tradición africana, se adaptaron de los colores que traían los santos del catolicismo para mezclarlo con la santería cubana.
Particularmente en el mural muestra a un orisha o santo que sería el equivalente al Santo Niño de Atocha, que en su tradición abre y cierra caminos, da y quita el trabajo y cuida la vivienda de las personas creyentes.
“Entonces hay que darle de comer, si alguien tira la bebida en una fiesta decimos que ‘éste es para los santos’, porque el orisha es un niño y hay que darle de comer porque sino es revoltoso y te puede causar problemas dentro de la fiesta”, señaló sonriente.
Aunque ha sido arduo el trabajo con su mural, para él la visita de la delegación cubana a la FILA16 ha sido una experiencia agradable en la que han sido bien atendidos y recibidos, cosa que no representa más que los ya acostumbrados lazos entre su país y el nuestro.
“Cuando otros países de América Latina nos dieron la espalda ustedes siempre se mantuvieron como amigos nuestros, nunca nos dieron la espalda”, aseguró.
Consideró que la cultura mexicana es maravillosa y espectacular, lo que para él ha sido posible gracias al interés que se le ha prestado a las artes y sus maestros como Diego Rivera y Frida Kahlo.
“Esto es un intercambio en el que ambos países han participado, porque así como nosotros venimos, ustedes van. Tenemos unas escuelas muy buenas donde todos los años se gradúan artistas de todas las manifestaciones y ramas, salen muchos prospectos que van a venir y van a ir”, aseguró sobre el futuro de la relación artístico cultural entre las dos naciones.
Destacó que el stand de Cuba ha sido bien recibido por los visitantes de la feria, a dónde trajeron cerca de 200 títulos de libros, esfuerzo que considera pequeño ya que se requieren esfuerzos más grandes para abarcar la cantidad de trabajo que se realiza nacional e internacionalmente desde Cuba.
“Yo mismo me castigo por no tener a veces el tiempo para leer como me gustaría, pero creo que es un beneficio grandísimo que los niños lean esos libros que el diseño gráfico y la literatura trabajan en equipo para interesarlos en la lectura, sería muy triste que no pudiéramos rescatar todo ese legado”, destacó.
Por último consideró que con la reciente apertura entre Estados Unidos y Cuba, no va a pasar nada con el arte y la cultura del sur, ya que por sí solos han podido construir una tradición cultural sólida y de amplios alcances.
“Durante todos estos años, sin ningún tipo de ayuda nuestra cultura ha penetrado a nivel nacional e internacional, nosotros nunca hemos necesitado de los grandes del norte porque en cuanto una cultura y sus artistas son buenos, sale solo y la gente lo consume”, sentenció el artista plástico.
Añadió que esto se trata más bien de un asunto diplomático que puede llegar a ser muy bueno para ambos países ya que la calidad de la creación cubana se quedará con la calidad y el sabor que la caracterizan.
“Nuestra música por ejemplo ha conquistado el universo, vivo muy orgulloso de lo que hemos podido hacer sin la ayuda de muchos aunque muchas veces hasta nos censuraron y nos vetaron. No hemos necesitado una relación en estos más de 50 años y si va a ser para bien que venga, yo no estoy en contra de nada”, finalizó.