Para lo que resta del año, los cuatro principales riesgos que podrían descarrilar a la economía mexicana y a su sistema financiero son la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), la reforma fiscal en Estados Unidos, la normalización de la política monetaria en Estados Unidos y las elecciones presidenciales en México, aseguró el Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero.

El organismo, integrado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el Banco de México, afirmó en su informe anual publicado este miércoles que una posible ruptura del tratado comercial con Estados Unidos y Canadá podría reducir el crecimiento potencial de México y deteriorar la competitividad del país.

Incluso, advirtió que en un caso extremo, podría representar una señal negativa para los mercados y, en consecuencia, disminuir la confianza de los inversionistas en el país.

Sobre la reforma fiscal, el organismo señaló que, aunque la tasa del Impuesto Sobre la Renta (ISR) no es el único determinante en las decisiones de inversión, sí podría generar incertidumbre, dependiendo el caso específico de cada empresa, por lo que señaló que se evalúa si es necesario realizar modificaciones al marco fiscal mexicano, aunque no es deseable pretender mejores a través de un deterioro en la postura fiscal.

Al respecto de la política monetaria de Estados Unidos, el Consejo asegura que, aunque se anticipa que los movimientos a la tasa de referencia de ese país serán graduales y ordenados, es difícil prever el impacto que tendrá en los mercados financieros.

“Persiste la posibilidad de que se presenten episodios de elevada volatilidad financiera. En particular, persiste el riesgo de que cambios no anticipados en dicho proceso de normalización detonen ajustes en los portafolios de los inversionistas internacionales, los cuales podrían generar episodios de volatilidad financiera y afectar los flujos de capital hacia economías emergentes, como la mexicana”, se lee en el informe.

Respecto a las elecciones en el país, el grupo dijo que la economía podría verse afectada si el proceso electoral genera episodios de volatilidad en los mercados financieros nacionales, pues afectaría variables clave como el tipo de cambio y, por lo tanto, a la inflación.

“En general, los procesos electorales, tanto en economías avanzadas como emergentes, se distinguen por la presencia de diversos candidatos con diferentes plataformas”, explicó el Consejo.

“En este sentido, el proceso electoral que tendrá lugar en julio no es la excepción, por lo que también existe el riesgo de que aumente la volatilidad de los mercados financieros por dicho evento”.