Los cuatro militares no fueron identificados por su nombre por ahora. Se sabe que  tienen entre 22 y 32 años de edad, y que son originarios de Birmingham, Ipswich y Northampton, y Powys Gales.

La policía sospecha de la región de West Midlands, donde la base de operación del grupo, estaba estacionado.

Los cuatro soldados fueron interrogados por primera vez en el cuartel y luego encerrados en una estación de policía, después de las búsquedas habituales.

Ninguno de los supuestos planes de ataque estaban todavía en funcionamiento, se dispusieron fuentes de investigación, haciendo hincapié en el trabajo de inteligencia preventiva llevada a cabo para evitar el peligro y añadiendo que la seguridad pública nunca ha sido concretamente en situación de riesgo.

En cualquier caso, todos los detenidos, civiles o militares que son investigados bajo la ley contra el terrorismo, como miembros de un grupo subversivo prohibido, y ahora pueden enfrentar una década en la cárcel.

El año pasado, el ministro del Interior, Amber Rudd, anunció la prohibición de la Acción Nacional comparándolo con consignas e ideología de la Alemania nazi.

Un portavoz militar ha afirmado por su parte el apoyo en la investigación a comandantes militares y seguirá cooperando con los investigadores. Pero la vergüenza permanece, y se extiende en todo Reino Unido.

Reino Unido es una entidad que se encuentra entre sus glorias por haber luchado con éxito contra el fascismo. Sin embargo, cierta simpatía por la extrema derecha más brutal tiene raíces profundas.

Realidad que hacen referencia, incluso partidos, y han encontrado un nuevo margen de maniobra en el clima a veces intoxicado la campaña para el referéndum sobre el Brexit de 2016.

Con información de La Stampa