Hace poco más de un mes, Estados Unidos implementó medidas para detener la propagación del coronavirus, las cuales incluían la realización de más pruebas, el distanciamiento social y el aislamiento en casa voluntario. Sin embargo, expertos señalan que ya era tarde y por ello se convirtieron en el país con más casos y muertes en el mundo.

El presidente Donald Trump declaró que ya están preparándose para implementar un plan en tres fases para levantar la cuarentena, aunque el número de casos no ha disminuido. El gobierno tiene presión desde el sector económico y social, pues la gente en algunos estados ha protestado para acelerar este proceso.

Sin embargo, médicos de diversos centros de investigación han advertido sobre las posibles consecuencias si se levantan las medidas antes de tiempo, como un nuevo brote más grande que el anterior.

De acuerdo con Centro de Ética Edmond J. Safra de la Universidad de Harvard, el país no estará listo para salir de la cuarentena hasta que pueda garantizar la aplicación masiva de pruebas, el rastreo de posibles infectados y el aislamiento con fuertes apoyos sociales.

Es decir, los esfuerzos no deberían centrarse en “abrir la economía, sino en movilizar una capaz de recuperarse a la pandemia. Esto implica lograr una resistencia para la parte de la economía que ya está abierta y entonces introducir gradualmente sectores adicionales en sincronía con nuestra capacidad de proporcionar resistencia a la pandemia en cada sector”, explicó el centro.

En el documento “Mapa hacia una resiliencia a la pandemia”, se expone un plan de cuatro etapas que reactivaría la economía casi por completo en agosto. Pero para lograrlo se necesitarán realizar 5 millones de pruebas diarias de coronavirus para principios de junio y hasta 20 millones para finales de julio.

De acuerdo con la Universidad Johns Hopkins, desde el inicio de la brote y hasta el 20 de abril se han aplicado 3,893,815 pruebas, un promedio de entre 100 y 150 mil por día. Los estados con más test realizados son Nueva York (633,861), California (290,500) y Florida (266,225). Es decir, se necesitará aplicar 220 veces más la cantidad actual. 

“Las pruebas masivas son esenciales porque tienen un objetivo más preciso. En lugar de ordenar a una ciudad entera permanecer en casa por tiempo indefinido, solo los infectados necesitarían quedarse allí o en una institución médica, y solo por el tiempo específico requerido por la enfermedad”, argumentan en el documento.

Además de estas medidas, proponen un sistema de rastreo y contacto de las personas que estuvieron cerca de casos positivos de COVID-19. Esto se podría hacer a través de equipos con personas calificadas o por medio de bluetooth o GPS y aplicaciones en los teléfonos celulares. Estas estrategias ya se han realizado con éxito en países como Corea del Sur, Singapur y Hong Kong.

Una vez ubicados los sospechosos e infectados se les deberá brindar apoyo a través de protección laboral y tratamiento médico.

Estas son las cuatro fases propuestas en el documento:

1.- Estabilizar los sectores esenciales: disminuir el contagio, construir la resistencia y movilizar a los trabajadores de manera segura.

El Estado deberá aumentar su capacidad para hacer pruebas a cualquiera que presente síntomas y sus contactos cercanos, a los trabajadores de sectores esenciales, a los adultos mayores en asilos y a la población en prisión.

También se necesitará mayor producción de equipo de protección y garantizar que el sistema de salud tenga la capacidad de atender a pacientes con COVID-19 y a quienes tienen otras patologías.

2.- Expandir la fuerza laboral y disminuir las medidas de distanciamiento social

Permitir que otros sectores como el mantenimiento y la construcción regresen a sus actividades. Se podrán relajar las medidas de prevención al incrementar los estándares de higiene y descontaminación. Personas pertenecientes al sector de riesgo aún deberán limitar su tiempo en el exterior.

3.- Terminar por completo las medidas de aislamiento

Para esta etapa se deberá integrar al 80% de los trabajadores de negocios no esenciales y reclutar organizaciones comunitarias o de servicio social para ayudar a las poblaciones que lo necesiten.

4.- Resiliencia a la pandemia 

Integrar a los últimos sectores económicos y abrir las escuelas, donde se deberán establecer programas de pruebas para seguir con el monitoreo de la enfermedad y determinar si se requerirán nuevas medidas.