La Navidad tal y como la viven los cristianos, católicos, protestantes y evangélicos, es simplemente una leyenda, dicen los estudiosos de la Biblia. Una bella y tierna leyenda, creada para que se cumplieran las profecías según las cuales el Mesías debería ser de la estirpe de David, que había nacido en Belén.

En realidad Jesús y toda su familia eran de Nazaret. Todos judíos. La leyenda del Nacimiento de Jesús cuenta que nació en invierno, en un pesebre, entre animales que le ofrecían su calor, adorado por tres reyes de Oriente que le llevaron de regalo oro, incienso y mirra.

Junto con la de su Nacimiento en Belén, nació también la leyenda de la huida a Egipto porque el rey Herodes quería matar al niño. Como no pudo encontrarlo, habría mandado matar a todos los niños menores de dos años. Una historia llena de simbolismos que acabó gustando a pequeños y grandes.

La leyenda del Nacimiento de Jesús es silenciada por dos de los cuatro evangelios canónicos: el de Marcos, considerado el más antiguo, y el de Juan. Ellos inician el relato de la vida de Jesús cuando era ya adulto. Y dan por hecho que Jesús y toda su familia eran oriundos de la aldea de Nazaret, tan pequeña que no aparece en los mapas de aquel tiempo. Y tan rural, que en ella se hablaba un dialecto del arameo, la lengua oficial de Palestina. 

Nada checa
El Jesús que daría origen al cristianismo nació sin cantos de ángeles, sin magos llegados de Oriente para adorarlo, sin pesebre y sin ser perseguido por Herodes. Tampoco nació el 25 de diciembre, por el simple hecho de que en ninguno de los textos evangélicos se habla de esa fecha, que fue escogida por la Iglesia porque los cristianos querían anular la fiesta romana dedicada a glorificar al Sol.

Otro de los argumentos de los biblistas para defender que Jesús nació en Nazaret se refiere al hecho de que a los judíos se les designaba o por el nombre del padre o por el del lugar de nacimiento. Por tanto, Jesús debería haberse llamado Jesús de José o Jesús de Belén, algo que no aparece en ningún texto evangélico. En ellos, en todos, se le llama siempre Jesús de Nazaret.

Otro detalle incierto: nadie sabe lo que Jesús hizo hasta los 30 años, que es cuando aparece en público. Lo que muchos  se preguntan es cómo sabía tanto si nunca había salido de aquel pueblito de Galilea, trabajando como carpintero o albañil.

En efecto, a los 30 años Jesús se muestra capaz de discutir con los doctores de la ley, conocía los textos sagrados del judaísmo y el budismo, y las enseñanzas de la cultura griega.

Jesús era culto, de hecho, intelectuales como Nicodemo solían reunirse con él.

Nacen así las hipótesis de que en vez de haberse quedado en Nazaret, pudo haber viajado a Egipto, Grecia e incluso a la India.

¿Estuvo casado?
Pocos teólogos ponen en duda que Jesús estuviera casado. Era inconcebible que un judío adulto de su tiempo no tuviera ni familia ni descendencia.

Tan poderoso era ese motivo que en la Biblia a los patriarcas cuyas esposas eran estériles, Dios les pedía que se acostasen con sus esclavas para asegurarles descendencia. Fue el caso, por ejemplo, de Abraham casado con Sara que no podía procrear.

Pero ¿con quién se casó? Sin duda con María de Magdala, que no era, como sostuvo durante siglos la Iglesia, una prostituta. Con mucha probabilidad era una mujer conocedora de la doctrina gnóstica, como se dice en algunos textos de aquella secta. 

A Magdalena Jesús le confiaba sus mayores secretos, algo que despertaba los celos de Pedro: “¿Por qué a ella y no a nosotros?”, se pregunta Pedro en uno de los evangelios gnósticos.

De no haber sido Magdalena su mujer, no hubiese sido a ella a quien se le Apareciera el día de la Resurrección, antes aún que a su madre. 

Pedro se quedó perplejo preguntándose por qué no se le había Aparecido primero a sus discípulos, ya que además las mujeres no contaban para nada, ni eran creíbles en aquel tiempo. Ni siquiera como testigo ante un juez.

Fue siempre ese hecho el gran quebradero de cabeza de Tomás de Aquino, doctor de la Iglesia, que murió sin entender por qué Jesús no se Apareció antes que a Magdalena a Pedro, que era el jefe del grupo de apóstoles y por qué lo hizo a una mujer.

Si Jesús no nació en Belén ni el 25 de diciembre, ¿se justifica celebrar la Navidad? Sí, porque esa leyenda lleva consigo la vieja añoranza del ser humano de detenerse al menos una vez al año a celebrar la vida. No obstante, la pregunta sigue vigente: cuándo y dónde nació.

Cinco años antes de Cristo
La mayoría de los habitantes de la Tierra no cree en la divinidad de Jesús de Nazaret. Hay 4 mil 200 religiones en el mundo, y miles de millones de creyentes adoran a sus propios dioses, desde los espíritus de la Naturaleza del sintoísmo japonés, hasta el dios Visnú del hinduismo. 

Son 4 mil 200 religiones que se contradicen unas a otras, pero el cristianismo ha conseguido seducir más que ninguna, atrayendo al 31.5% de la población mundial.

El 25 de diciembre la Iglesia católica celebra la Natividad, la conmemoración litúrgica del supuesto Nacimiento de Jesús en Belén. Pero Cristo no nació la noche del 24/25 de diciembre hace 2015 años. 

No obstante, es posible seguir los hechos históricos para ubicar la fecha de su Nacimiento. Por ejemplo se sabe que Herodes el Grande reinó en Judea, del año 37 al 4 antes de la Era Común. Herodes Antipas, su hijo, fue jerarca desde ese último año hasta el 39 después de la Era Común. Y Poncio Pilato, que permitió la muerte de Jesús, fue el prefecto romano de Judea del año 26 al 37.

“Generalmente se calcula que Jesús nació un poco antes de la muerte de Herodes el Grande, en el año 4 antes de la Era Común. 

Una fecha entre el 6 y el 4 antes de la Era Común concordaría con esa información histórica, como asume el relato de Mateo del Nacimiento, y el apunte de Lucas 3:23 de que Jesús “tenía unos 30 años” en el decimoquinto año del emperador Tiberio, estimado el año 27 o 28 de la Era Común”, expone el teólogo James Dunn en su libro sobre la obra Jesús y los inicios del cristianismo.

Cristo nació cinco años antes de Cristo, viene a decir Dunn, profesor de Teología en la Universidad de Durham (Reino Unido) y autoridad mundial en el estudio del Nuevo Testamento. 

En la narrativa del evangelio de Lucas, se lee: “Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón... Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño”. 

Las especulaciones
En la aldea palestina de Belén, donde según la tradición nació Jesús, los meteorólogos modernos aseguran que esa noche del 24/25 de diciembre, podía esperarse una temperatura mínima de 4 grados centígrados. 

Y como subrayan los estudiosos del tema, los pastores no sacaban al ganado en pleno invierno. Por lo tanto, Jesús habría nacido más bien en primavera o verano, como sugiere Edwin D. Freed, profesor emérito de estudios bíblicos de la Universidad de Gettysburg (EE UU), en su libro ‘The Stories of Jesus' Birth’ (Las historias del Nacimiento de Jesús).

Por su parte, en su ‘Diccionario de la Biblia’, el teólogo británico W. R. F. Browning recuerda que en sus comienzos, la Iglesia no celebraba el Nacimiento de Jesús porque desconocía la fecha. Pero, en el siglo IV, la Iglesia de Roma decidió fijarle un día y escogió el 25 de diciembre “porque era el día en que se celebraba el festival pagano del Sol Invictus: el Sol invencible que triunfaba cada año sobre la oscuridad del invierno, y regresaba al centro del cielo para que los días volvieran a ser más largos y cálidos”.

El polémico libro ‘Los misterios de Jesús. El origen oculto de la religión cristiana’, pone sobre la mesa otro posible origen del 25 de diciembre como fecha de Nacimiento de Cristo. 

Sus autores, el filósofo Tim Freke y el historiador Peter Gandy, defienden que no existió un Jesús histórico, sino que el personaje surgió de la reinterpretación de otras deidades anteriores, también nacidas de una virgen un 25 de diciembre, una fecha habitual en diferentes religiones por su cercanía al solsticio de invierno.

Colin Humphreys, físico de la Universidad de Cambridge, no lo tiene tan claro. Pese a que admite que el evangelio de Mateo se escribió en el año 80 después de Cristo, medio siglo después de su Muerte, Humphreys cree que muchas de sus referencias históricas son ciertas, incluso la estrella de Belén, el astro que supuestamente guió a los tres magos al lugar de Nacimiento de Jesús. 

En un artículo publicado en 1991 en la revista científica ‘Quarterly Journal of the Royal Astronomical Society’, Humphreys, apoyándose en registros astronómicos de las antiguas civilizaciones chinas, dice que un cometa observado durante 70 días en el año 5 antes de la Era Común, pudo haber sido la estrella que menciona Mateo en su relato. 

Si ese fuera el caso, Jesús habría nacido entre el 9 de marzo y el 4 de mayo del año 5 antes de Cristo. (El autor es escritor de temas religiosos y ex sacerdote de los Misioneros del Sagrado Corazón)