Ya hemos hablado de cuánto le cuesta la corrupción a las familias mexicanas, en promedio el 15 por ciento de su ingreso total en clase media y alta, pero en aquellas familias que perciben menos ingresos se estima que un 33 por ciento.

Hoy quiero compartir algunas reflexiones sobre el costo de la corrupción en la innovación. Se ha dicho mucho ya sobre la importancia que tienen para las economías en desarrollo (como México) la innovación, siendo ésta parte esencial para el desarrollo y el derrame económico.

Me llama la atención un caso específico, el Premio Nacional de la Salud 2016: Gabriela León creó una nanopartícula (NOBLYAX), es decir, una pequeñísima partícula con el poder de matar superbacterias en entornos difíciles.

La Secretaría de Salud no ha querido, desde la administración anterior, comprarle esta fabulosa creación porque se negó a dar un “moche” a quienes tomaban la decisión, llegó a tanto que hasta la inhabilitaron como proveedor en el sector público. Siendo la limpieza clínica uno de los grandes retos de los hospitales públicos en México.

Gabriela consiguió ahora una empresa en Estados Unidos que hará jabones, geles y otros productos para utilizar esta nanopartícula que se venderán a México después.

¿Por qué la honestidad es castigada en nuestro País? Peor aún, ¿por qué la honestidad es un obstáculo para la innovación y el desarrollo?

Ante esta situación, el gran reto del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, siendo una de las principales promesas acabar con la corrupción, es no mermar el desarrollo y la innovación en el proceso.

En otras palabras, los honestos también son un sector vulnerable en México. Cuántas empresas no compiten hoy en día contra aquellas que solamente ofrecen una factura falsa, ya sea en el sector público o privado. Lamentablemente aún no es suficiente que tu servicio o producto tenga un valor agregado o de mejor calidad que el de los demás, se necesita mucho más que eso para poder tener un negocio próspero.

Los emprendedores son el futuro de nuestro País, estamos en la etapa en la que tenemos que dar el brinco de un país de mano de obra a un país de mente de obra. Los retos son muchos y difíciles de combatir ya que no sólo se trata de contratos inflados o venta de facturas, vamos remando contra corriente. Es por eso que todos tenemos la responsabilidad de asumir el reto de apoyar a los productos y servicios de calidad. Y, claro, hacer bien nuestra chamba, no caer en la tentación de la corrupción y nunca perder la esperanza de un México mejor, ya que estos son y deben ser los objetivos de todo #CiudadanodeTiempoCompleto.

@garciacecy_

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