Dicen que amor de lejos, amor de pensarse, y sí, la novia tendrá que pensar qué hacer con este novio enamorado que se está preparando para ir a visitarla hasta Francia con una helada idea: Vender congeladas (bollos) y juntar dinero  para sus boletos de avión.

Quien diga que por amor es capaz de hace cualquier cosa, Samuel es un ejemplo de que el amor y la comida rompe fronteras hasta muros en redes sociales.

Fue después de una charla que tuvo con su novia en lo que comentaron de los "bollos", que son básicamente congeladas o "bolis" como los llaman en otros lados.

Un bollo es jugo de frutas que se hace hielo guardado en una bolsa de plástico transparente.

Así pues, Samuel un joven de 18 años, el enamorado que quiere ver a su novia en París, aprovechó la época de calor para hacer de esta idea, un negocio familia.

Desde Juárez, Nuevo León y hasta Dallas han ido a parar esos bollos del amor con sabores como fresas con crema, pay de limón, avellana, yogurt, entre otros, que han refrescado al amor.

Una publicación en sus redes sociales sirvió para compartir con cualquier usuario el motivo de la venta de sus bollos, así como la posibilidad de extender el negocio, pues explicaba que su novia era francesa y había llegado a Monterrey; la chica había llegado de intercambio y en un amor estudiantil, tuvo que regresar a su tierra natal.

Más de 8 meses sin verla  hizo que compartiera su historia en Redes, incluso tiene un perfil en Instagram que se llama "Una francesa y un Mexicano: El amor no divide la cultura, crea una nueva FR-MX".

En la actualización de su perfil, ya está anunciado el viaje con la frase "Que nadie les diga que es imposible", así que ahora comienza la cuenta regresiva para que Samuel se reencuentre con su novia.