Cuando la verdad no importa; Anuncio de compra de carbón a productores de Coahuila polariza opiniones a nivel nacional
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Cuando la verdad no importa; Anuncio de compra de carbón a productores de Coahuila polariza opiniones a nivel nacional
Después de mucho polemizar, finalmente se concretó el anuncio: Comisión Federal de Electricidad, encabezada por Manuel Bartlett, comprará carbón mineral directamente a los micro, pequeños, medianos y grandes productores de Coahuila.
Conforme al Boletín oficial: “La CFE adquirirá 2 millones de toneladas de carbón a través de un proceso de adjudicación directa con contratos multianuales que van de julio de 2020 a diciembre de 2021. El proceso se realiza con apego a los principios instruidos por el Presidente de México: cero corrupción, cero coyotaje, preferencia a pequeños productores, honestidad en la entrega del mineral y precios justos.”
La compra del carbón se distribuirá de la siguiente manera: a microproductores 572,850 toneladas 28.64%, a productores pequeños 888,517 toneladas 44.43%, a productores medianos 320,000 toneladas 16.00% y a grandes productores 218,633 toneladas 10.93%. Setenta y cinco productores pasaron el censo que realizó la Subsecretaría de Minería.
En los bandos enfrentados, el anuncio desató un proceso de desgarramiento de vestiduras en su versión más polarizante. Sin que importen los datos, los antecedentes históricos o las posturas que unos y otros han sostenido en el pasado, se trata de disentir, discutir, descalificar y pleitear, basta con estar en un bando para ser denigrado y aporreado sin misericordia, así sea manipulando, inventando o ignorando datos presentes o pasados.
Para empezar, parece ocioso que CFE anuncie que dará prioridad a los micro y pequeños productores y a continuación haga referencia a datos exactos y proporcionales para cada nivel de producción. Más ocioso aún es la machacona demagogia de combate a la corrupción. No por predicarlo en tono político es más obligatorio, La ley es, por definición, vinculante. Predicarlo, tampoco lo hace más aplicable. En los contratos públicos, la corrupción sigue vapuleando a la honestidad. Falta ver cómo se adjudicarán esos contratos, cómo se entregan y verifican. Resulta chocante el tono absoluto, maniqueo de la 4T: “Nosotros somos diferentes”, cuando en realidad, los nuevos contratos son exactamente iguales a los que se han venido manejando en los últimos sexenios.
En el otro extremo encontramos los discursos de los detractores de la 4T. “Cómo es posible – claman al cielo –, el medio ambiente será grave e irreparablemente dañado”. A ese coro se suman las más “brillantes mentes”. Los escritorios de la oposición política y académica en Ciudad de México se pueblan de “expertos” que opinan sobre una actividad y una región que sólo conocen a través de los libros, sobre una comunidad y una cultura que invisibilizan y borran de sus análisis “científicos”. En otras naciones, la intelectualidad, por lo menos, se toma la molestia de plantear procesos de transición y diversificación económica para que quitarle filos al proceso y hacerlo menos traumático para quienes viven del carbón mineral.
Con premeditación, alevosía y ventaja ignoran un hecho contundente: Acusan al Gobierno Federal por apostar a la energía fósil, en detrimento de las llamadas energías limpias. Los números son claros y desmienten su dicho: mientras que el mundo genera energía a partir de carbón en una media de 38%; en México se genera sólo el 9.46% de la electricidad con base en carbón. La crítica sin sustento viene de Felipe Calderón y de su ex Secretario del Trabajo. Ellos conocen estos números y olvidan que, durante su gobierno, fueron mucho más elevadas las compras de carbón, a un ritmo de 3.3 millones de toneladas para los productores pequeños y más de un millón para los grandes.
Los opositores a la 4T cierran atacando al Senador Armando Guadiana por el acuerdo, sin que importe que desde 2016 no vende carbón a CFE, puesto que Enrique Peña Nieto lo excluyó en represalia por haberse puesto a las patadas con Moreira. Guadiana ya puntualizó que no participará en los contratos pactados. Nada de eso importa, el caso es pelear y para pelear, crean su propia versión de los hechos. Javier Lozano Alarcón, ex Secretario de Trabajo con Felipe Calderón, es quien ataca con mayor furia. En ese sexenio, como cualquier otro productor, las empresas de Guadiana vendieron carbón a CFE y Lozano Alarcón, como titular de la ST, dio su aval a la seguridad laboral en las minas del hoy Senador. ¿Acaso Calderón no recuerda que invitó a Guadiana a Los Pinos, cortejándolo por su enfrentamiento con el clan Moreira? Pero “agua pasada no mueve molino”, la verdad de los hechos se encuentra subvaluada. Cada quien cree lo que quiere creer, lo que conviene a sus intereses, no lo que es.
@chuyramirezr
Regresando a las Fuentes
Jesús Ramírez Rangel