CUANDO LA CÓLERA SE SALE DE MADRE, NO TIENE LA LENGUA PADRE
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CUANDO LA CÓLERA SE SALE DE MADRE, NO TIENE LA LENGUA PADRE
El Quijote II, 27
En la llamada aventura del rebuzno, don Quijote observa cómo todo un pueblo se pone en pie de guerra contra otro para vengar el agravio hecho por uno solo de ese pueblo, pero no por todo éste.
Don Quijote pide que lo escuchen y les expone el caso de “don Diego Ordoñez de Lara, que retó a todo el pueblo zamorano porque ignoraba que sólo Vellido Dolfos había cometido la traición de matar a su rey, y así, retó a todos, y a todos tocaba la venganza y la respuesta; aunque bien es verdad que el señor don Diego anduvo algo demasiado y aun pasó muy delante de los límites del reto, porque no tenía para qué retar a los muertos, a las aguas, ni a los panes, ni a los que estaban por nacer, ni a las otras menudencias que allí se declaran; pero ¡vaya!, pues CUANDO LA CÓLERA SE SALE DE MADRE, NO TIENE LA LENGUA PADRE, ayo, ni freno que la corrija. Siendo, pues, esto así, que uno solo no puede afrentar a reino, provincia, ciudad, república, ni pueblo entero, queda en limpio que no hay para qué salir a la venganza del reto de la tal afrenta, pues no lo es”.
La sentencia indica que cuando a alguien lo vence su coraje, irritación o enojo, pierde la ecuanimidad, el control de sí mismo, los estribos, luego no sabe lo que hace ni lo que dice, porque “cuando la cólera se sale de madre, no tiene la lengua padre”.
Todo parece indicar que la autoría de este refrán es de Miguel de Cervantes.
@jagarciavilla