Cuando el futuro nos alcanza
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Cuando el futuro nos alcanza
El pasado fin de semana, VANGUARDIA publicó un texto del columnista Luis Carlos Plata quien, fiel a su estilo de investigador inteligente, explicó lo que existe tras la iniciativa del Gobernador con vocación de Legislador, Rubén Moreira Valdez, quien busca la aprobación de la “Ley de Pensiones y otros Beneficios Sociales para los Trabajadores de la Educación Pública”.
Recomiendo la lectura del texto de Plata, y me limito a resaltar algunos puntos que considero extremadamente graves. A criterio del Gobernador, los trabajadores de la Educación deben trabajar seis años más antes de jubilarse y aceptar un descuento del 13 por ciento a su salario mensual, el doble de lo que contribuyen actualmente.
Esto no es lo más grave, en otros países se incrementa la edad de jubilación y se incrementan las aportaciones, y se justifican las medias con argumentos sólidos y destinando los recursos a proyectos específicos en beneficio de la comunidad. En Coahuila no es así.
Plata se refiere a la Exposición de Motivos de la Ley y señala que: “es indispensable hacer cambios de fondo”, pues la situación actual es “grave”, “compleja” e “inviable”. “No obstante toca superficialmente un tema que debería ser amplia y profundamente abordado: las reservas se han agotado”. El columnista hace las preguntas de rigor. ¿Desde cuándo?, ¿Por qué? ¿Quién las agotó? ¿Cómo sucedió?
Se trata de mil millones de pesos anuales que el Gobierno del Estado debe cubrir en materia de pensiones a los maestros. El Ejecutivo estatal señala que si no se aprueba su iniciativa, el pago de las pensiones llegaría a mil 700 millones de pesos por año.
El pago de estas pensiones no debería ser problema, porque se trata, simple y sencillamente, del dinero que los maestros aportan, el Gobierno administra y luego les devuelve. Es obligación del Gobierno, como patrón.
Los más ineficientes suelen apostar a que las generaciones en activo actualmente sostengan las pensiones de los actualmente pensionados. Afirmar, de plano, que ya no alcanza ni para eso, significa la ineficiencia absoluta, incapacidad total y/o corrupción.
Señala Plata, “Para dimensionar: El Gobierno del Estado, el patrón, no tendrá mil 700 millones de pesos al año para solventar las pensiones a sus trabajadores de la educación; en cambio, está obligado a desembolsar 4 mil 163 millones de pesos anuales para pagar las Deuda Pública, de los cuales 2 mil 367 millones (según el Presupuesto de Egresos 2015) cubren los intereses a los bancos. Ni siquiera reducen el capital”.
Aquí esta la verdadera causa, al menos una muy importante de ellas. El dinero de las pensiones se agotó, pero no informan por qué. Pero como tienen que pagarse, optan por lo fácil, lo de siempre, cargarle la factura al trabajador.
Mientras, el dinero -que con tanto esfuerzo pagamos en impuestos mes a mes y año con año- se esfuma en la panza de un gobierno ineficiente, que en su quinto año ya no puede culpar a la anterior administración y que recurre a mecanismos autoritarios para tapar el agujero.
El señor Plata, en su calidad de ciudadano tiene que hacerla de Legislador de oposición, pues pareciera que los Diputados con curul de oposición tienen otras prioridades, atienden a otros acuerdos. Es otra prueba de que la partidocracia no da para más, no porque la democracia haya fracasado; sino porque la democracia, como forma de vida y de gobierno, todavía no llega a Coahuila.
Corresponde a los ciudadanos que nos definamos: Que sigan viéndonos la cara en nuestras propias narices, o que emprendamos la transformación democrática de Coahuila, cambio que los partidos no han podido, sabido o querido darnos.
Mientras tanto, los efectos de la deuda que se veían lejanos, ya llegaron y están aquí para quedarse. El futuro nos alcanzó.
Twitter: @chuyramirezr
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