Con el objetivo de mejorar la distribución del tráfico de pasajeros y vehicular, perfeccionar la logística de despegues y aterrizajes, y aprovechar las posiciones estratégicas de las pistas aéreas, son varias las urbes en el mundo que tienen dos o más aeropuertos, como se plantea para la Ciudad de México.

El fin de semana simpatizantes del Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, organizaron una consulta ciudadana para determinar si continuaba la construcción del ‘Nuevo Aeropuerto Internacional de México’ (NAIM) en Texcoco, o si se adecuaba la base aérea militar de ‘Santa Lucía’ para cubrir, con el agregado del aeropuerto de Toluca, las necesidades del servicio en el País.

Los últimos dos meses, las discusiones sobre la utilidad y ventajas de uno y otro proyecto, aunque tocaron aspectos diversos, esencialmente se centraron en la viabilidad de operar con seguridad y eficacia aeronaves en el mismo espacio aéreo con puntos de despegue y llegada tan cercanos.

Desde luego que los promotores de ‘Santa Lucía’ subrayaron algunos de los casos de éxito de ciudades importantes con más de un aeropuerto.

Antes debe considerarse que los criterios para dividir las operaciones de los aeródromos en cada ciudad atienden básicamente a tres temas:

1.      Vuelos internacionales y vuelos nacionales.

2.      Ubicación geográfica del destino de los pasajeros.

3.      Capacidad en las pistas.

Londres

Gran Bretaña sobresale porque cinco aeropuertos dan servicio a su capital de manera complementaria: ‘Heathrow’, ‘Gatwick’, ‘Luton’, ‘Stansted’ y ‘Londres’.

Los primeros cuatro aeródromos son los de mayor capacidad, pero actualmente el ‘Aeropuerto de la Ciudad de Londres’, el de menor tráfico, localizado a 10 kilómetros del centro de la ciudad, tiene una sola pista para despegues y aterrizajes en espacio corto.

A 56 kilómetros de Londres y con una estación de tren en la propia terminal, el ‘Aeropuerto de Stansted’, es utilizado por las aerolíneas de bajo costo como Ryanair, EasyJet, Germanwings y Air Berlin. 

Nueva York

La Gran Manzana alcanza para albergar tres aeropuertos. Con cuatro pistas y a 25 kilómetros de Manhattan, el ‘John F. Kennedy’, es el aeropuerto más grande de la ciudad. Es la base de operaciones de JetBlue Airways, y la entrada principal internacional para Delta Air Lines y American Airlines. 

El ‘Aeropuerto de La Guardia’ tiene dos pistas, era un aeródromo privado, pero hoy por hoy es el principal aeropuerto doméstico de Nueva York por su cercanía al centro de Manhattan, 13 kilómetros. La mayor parte del tráfico es local.

En contraste, el ‘Aeropuerto Internacional Libertad de Newark’ es uno de los más grandes de Estados Unidos con un tráfico de más de 30 millones de pasajeros por año, además de ser también el principal aeropuerto del área metropolitana de Nueva York.

Si para seguir un viaje es necesario dirigirse a otro aeropuerto de Nueva York, hay un servicio de traslado entre las terminales que sirven a la ciudad.

Houston

El Sistema de Aeropuertos de Houston tiene dos aeropuertos comerciales principales: ‘Bush Intercontinental’ y ‘William P. Hobby’. Ambos están a corta distancia del Distrito Central, y a una distancia razonable de los centros hoteleros y de convenciones.

El ‘Aeropuerto Intercontinental George Bush’ es la segunda mayor instalación aérea de Texas, con un área de 40 kilómetros cuadrados. En ese espacio tiene cinco terminales desde donde hay llegadas y salidas en Estados Unidos y fuera del país a México, Canadá, Asia, el Caribe, América Central, Europa, América del Sur, el Medio Oriente y vuelos chárter a África.

Es tan grande que un tren subterráneo conecta un hotel y las terminales B, C, D, E, al edificio de Llegadas Internacionales para aquellos con vuelos de conexión en diferentes terminales. 

Un segundo aeropuerto, el ‘William P. Hobby’. Cuenta con cuatro pistas de aterrizaje y fue el principal aeropuerto de Houston hasta la apertura del ‘Intercontinental George Bush’ en 1969. Opera principalmente vuelos domésticos y destinos en el Caribe.

Otros

En América Latina casos conocidos están en Buenos Aires, Argentina, y Panamá. También operan más de un aeropuerto en ciudades europeas como París, Berlín y Milán, entre muchas otras. En el Viejo Mundo, de hecho esta división es todavía más común que de este lado del Atlántico.

¿Se concretará un proyecto exitoso de este tipo en México? La moneda está en el aire. Y esta expresión se aplica muy bien al caso, en tanto la decisión de su construcción fue resultado de una consulta ciudadana sumamente cuestionable, y no con argumentos suficientemente especializados.