Cristina Rank: Lo extraño con forma de mujer

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Cristina Rank: Lo extraño con forma de mujer

La escultora monclovense de 27 años, radica en Saltillo / Foto: Vanguardia / Roberto Armocida
La escultora monclovense basa su trabajo en la importancia natural de la mujer, la fauna, la herbolaria y una fantasía que desborda de su mente como resultado de su gusto por las culturas indígenas y su mitología

Para Cristina Rank, un artista sólo crea en proyección a todo aquello que lo ha formado: desde lo académico hasta la vida misma. Al menos así es para ella, quien mediante su bagaje cultural crea piezas que aluden a la importancia natural de la figura femenina en diversas sociedades. 

La escultora monclovense de 27 años, radica en Saltillo en medio de sus materiales, sus libros, sus películas y un taller bien ventilado, conviviendo al lado de una tienda de piñatas. 

Mediante lo figurativo, moldea su estilo en materiales como la cerámica y la masa epóxica, además ilustra con notable facilidad, todo con una notable inclinación hacia los entes de aspecto peculiar. 

En un principio ella se dedicaba a estudiar diseño gráfico en su ciudad natal, pero al descubrir el arte se mudó a Saltillo para matricularse en la Escuela de Artes Plásticas Rubén Herrera y trabajar como fotógrafa de manera habitual. 

Nos recibió en su taller donde, como si estuvieran a punto de animarse, nos observan algunas de sus piezas a la espera de ser ultimadas en detalle y pintura, más un montón de materiales esperando a tomar la forma de la próxima ocurrencia de Rank. 

Se trata de piezas femeninas (aunque también hace hombres de vez en cuando) y animales con una apariencia exótica: entrar a su estudio es como explorar la mente de un explorador que imagina las criaturas imposibles que habitan en los territorios desconocidos que está por descubrir, ella los hace realidad.

Foto: Roberto Arrmocida

“Es una mixtura en la imaginación de la cultura indígena mexicana y el espíritu experimental del arte contemporáneo, los personajes son influenciados por leyendas y mitos, así como por un mundo interior propio poblado de símbolos y criaturas fantásticas”. 

Así describe el poeta Antonio Sonora el trabajo de Rank en un texto que hizo tras entrevistarla con esmero y que ella utiliza en el certificado de autenticidad de sus piezas, que asegura ha tenido suerte de “encontrarles casa” con prontitud.

“Todo esto es por ver cierto tipo de películas, como las de Guillermo del Toro y todos ellos que siempre tienen una cosa increíble en su diseño de personajes y todas esa cosas hermosas”, explicó Rank genuina emoción y entusiasmo.

También se ha concentrado en la investigación sobre la máscara mexicana, mitos y leyendas de diversas etnias, el México de la antigüedad, la flora y la fauna del mundo entre otros temas por lo que se ha rodeado de materiales como libros muy antiguos de botánica y animales. 

“De ahí es de donde yo saco si me gusta una cabeza, pero con otro cuerpo y el maquillaje tradicional de tal tribu; es una mixtura de todo lo que vemos, aprendemos, experimentamos, tocamos y las cositas que te inspiran, de no ser así no haríamos esa conexión con todo entonces”, señaló Cristina. 

Sin embargo sí existe una constante definida en la mente de Rank: las mujeres. Su cuarto está rodeado de imágenes de indígenas mujeres y de animales hembra amamantando a sus crías por ejemplo. 

Foto: Vanguardia / Roberto Armocida

“Me gusta mucho la feminidad, siempre imagino que son mujeres (sus piezas) y eso me inspira de diversas maneras”, señaló. 

Para ella las mujeres somos seres poderosos, porque podemos crear y hacer. Le gusta reconocer la importancia de la mujer dentro de la raza humana tanto en el pasado como en el presente, aunque para ella la posición de la mujer se ha ido degradando con el tiempo. 

 “No sé cuándo comenzaron a verse las diferencias, pero, por ejemplo, se veía a las mujeres como brujas cuando los chamanes hacían lo mismo y eran figuras de respeto, aunque es el cambio de culturas, la humanidad cambia y con eso le han quitado a la mujer mucho poder en todo”, explicó la escultora.

Ejemplifica cómo en la cultura maya la mujer era tan similar al hombre como lo eran el día y la noche. “Bajo el concepto de dualidades separadas, con sus características pero ambos importantes, en nuestra cultura mexicana éramos muy importantes, cómo cambian las cosas”. 

Observa la femineidad como un símbolo del pensamiento tranquilo y razonable, y considera que más mujeres deberían preocuparse por luchar para sacar a la luz estos rasgos. 

Actualmente se prepara para exhibir a “Dulcinea”, a quien configuró con un molino en las manos con movimiento real y como estandarte femenino en El Quijote de la Mancha, misma que exhibirá en la exposición para el IV Centenario de Miguel Cervantes de Saavedra en el Museo Pape.

Foto: Vanguardia / Roberto Armocida

Se concentra en desarrollar maneras para poder reproducir sus piezas haciendo moldes y luego venderlas, asegurando que es muy sencillo encontrar quien desee obtenerlas, gracias a un sistema de recomendación que la han hecho llegar a públicos más amplios. 

El dato:
> Puedes ver el resto de su trabajo en FB: CristinaRankArt
> Ha estudiado con maestros como Francesca Dalla Benetta y Marcos Vidal.
> Aliándose con expertos en otros temas, ahora busca darle movimiento real con mecanismos a sus piezas.