El gobierno de México niega haber perdido el control en el combate al narcotráfico, pero el crimen organizado está penetrando cada vez más al país, infiltrándose en comunidades, alcaldías y fuerzas policiales, de acuerdo con un reportaje de The Washington Post publicado el jueves. 

El diario estadounidense asegura que las organizaciones criminales cambiaron el panorama de México cuando comenzaron a diversificar las actividades que realizan pues, dice, eso les ha permitido “capturar al gobierno desde adentro”. 

Un estudio clasificado de la CIA que fue creado poco antes de que Andrés Manuel López Obrador llegara a la presidencia concluyó que los grupos de narcotraficantes habían logrado controlar efectivamente aproximadamente una quinta parte de México, según informa el diario.

El diario utiliza los casos del exsecretario de Defensa de México, Salvador Cienfuegos, y Edgar Veytia, ex fiscal general de Nayarit, para ilustrar los niveles organizativos, el poder y el control que los grupos criminales han ejercido en el país.

El Post también menciona las fallas de la estrategia del gobierno mexicano para combatir al narcotráfico, subrayando que la captura o muerte de los líderes de grupos criminales, más que desmantelarlos, ha llevado a un incremento en la cantidad de bandas delictivas en el país. 

Los grupos más pequeños, indica, carecen de la infraestructura necesaria para exportar drogas, por lo que los delitos que generalmente realizan son secuestro, extorsión o robo de combustible, entre otros. Los grandes cárteles, además de dedicarse al tráfico de drogas, también llevan a cabo este tipo de crímenes para poder financiar sus operaciones. 

Este incremento de grupos criminales ha provocado que cientos de miles de personas tengan que huir para escapar de la violencia y ha llevado a un alza de crímenes. En los últimos dos años, los homicidios han alcanzado cifras récord y este 2020 parece que establecerá una nueva marca.