Sylvester Stallone colgó literalmente los guantes como boxeador de su personaje de Rocky en la cinta “Rocky Balboa”, del 2006, coincidiendo con el aniversario número 30 del estreno de la original.

Dicho cierre de ciclo fue a su vez una reivindicación a lo que había representado un primer final de esta historia con “Rocky V”, dirigida por el responsable de la original, John G. Avildsen y que protagonizó Stallone con su finado hijo Sage en 1990 y cuyo resultado a nivel taquilla y en comparación al resto de la saga fue tan desafortunado que prácticamente obligó al actor a incursionar en otros géneros como la comedia (“Para o mamá dispara”, de 1992) no lo ligara al personaje que lo catapultó a la fama en los años 70.

Sin embargo, como dicen por ahí, nunca digas “de esta agua ya no beberé” porque ante la insistencia de un aclamado cineasta afroamericano de nombre Ryan Coogler a raíz de su ópera prima “Fruitvale Station”, del 2013, de volver al cuadrilátero a Rocky, ahora como entrenador y mentor de un hijo no reconocido de su mejor amigo y anterior rival Apollo Creed de nombre Adonis (Michael B. Jordan) Sylvester Stallone  terminó por aceptar no muy convencido la realización del spinoff “Creed”, del 2015, que le resultó tan favorable que no sólo fue un exitazo de taquilla sino que lo devolvió a ser reconocido por el Oscar, ahora como Mejor Actor de Reparto, casi 40 años después de haber sido nominado por el mismo personaje al Mejor Actor de 1976.

Todo esto viene a colación porque el pasado 1 de enero se estrenó a nivel nacional incluyendo a Saltillo la consabida secuela “Creed II: Defendiendo el Legado”, que a pesar de no contar ahora con la dirección del mencionado Ryan Coogler por haberse dedicado por completo a la realización de “Black Panther” nos introduce a otro nuevo realizador norteamericano de nombre Steven Caple Jr. quien, apelando una vez más a la nostalgia pero también a personajes tanto nuevos como de hace tiempo a los que se les puede sacar buena “carnita” da en el blanco una vez más con una secuela que tiene la esencia de las mejores que estrenó Stallone en su momento.

Y es que la premisa de que Adonis Creed (Jordan), coronado como el campeón de peso pesado al final de la primera “Creed”, es tentado tanto económica como emocionalmente a enfrentarse al hijo del boxeador que asesinó a su padre Apollo encima del cuadrilátero en el inicio de “Rocky IV”, de 1985, Ivan Drago (Dolph Lundgren), implicando la batalla campal de Adonis con el vástago del ruso, Victor Drago (Florian Muntenau) pero también el reencuentro de Rocky con personajes como el mismo Ivan Drago, quien ha tenido su propio calvario en la Rusia de Putin e inclusive de la actriz Brigitte Nielsen, ex pareja también en la vida real de Stallone, como Ludmilla Drago, madre de Victor.

Con “Creed II: Defendiendo el Legado” si bien se cae en lugares comunes y hasta telenoveleros que el mismo Stallone saturó hasta la saciedad en su propia saga, es precisamente por lo que truinfa.

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