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Crece la tensión por Jerusalén; Palestina: EU es parte del conflicto
JERUSALÉN.- La tensión entre israelíes y palestinos crece, tras una jornada saldada con cuatro muertos en Gaza, y las marchas contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que dejaron al menos 150 heridos en los territorios palestinos.
Sin embargo, no ha dado comienzo la tercera intifada (rebelión de palestinos contra Israel), a la que han llamado algunos de sus líderes.
Los altercados ayer se concentraron en los barrios palestinos de Jerusalén Este, donde la Policía israelí a caballo redujo todo conato de manifestación.
En el barrio de Salahadín una veintena de personas fueron dispersadas cuando levantaron banderas palestinas en rechazo al mandatario estadounidense, cuyo rostro tachado se veía en carteles, luego de que el pasado miércoles reconociera a Jerusalén como capital de Israel y anunciara el traslado de la embajada norteamericana a Tel Aviv.
Junto a la Puerta de Damasco, uno de los principales accesos a la ciudad amurallada de Jerusalén, altercados similares terminaron con la detención de 13 personas y cuatro agentes heridos.
Los mayores disturbios se sucedieron en Cisjordania y la Franja de Gaza, donde los jóvenes palestinos retaron al Ejército israelí, que suele responder con amplio material antidisturbios, y donde hubo 135 heridos, 25 de ellos por munición real, que fueron trasladados a centros hospitalarios, según el Ministerio de Sanidad palestino.
En el enclave costero se registraron las cuatro víctimas mortales que ha cobrado hasta ahora esta escalada de tensión, dos de ellos en enfrentamientos del viernes con el Ejército israelí y otros dos en bombardeos que la aviación lanzó la madrugada de ayer contra posiciones del movimiento islamista Hamás.
El liderazgo palestino estudia las medidas que deben seguir a la decisión de Trump, mientras que para la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Estados Unidos está deslegitimado en el proceso de paz, y el titular de Exteriores, Riad Al Malki, advirtió ayer en El Cairo que “ha dejado de ser un mediador y se ha convertido en parte del conflicto”.
EL CAIRO.- Los ministros de Asuntos Exteriores de la Liga Árabe pidieron ayer al presidente estadounidense, Donald Trump, que se retracte de su decisión de reconocer Jerusalén como la capital de Israel, pero se abstuvieron de tomar medidas de presión.
“El consejo solicita a Estados Unidos que anule su decisión sobre Jerusalén y que trabaje con la comunidad internacional para que Israel se comprometa a aplicar las decisiones internacionales y a poner fin a la ocupación ilegal e ilegítima de todos los territorios palestinos y árabes ocupados desde junio de 1967”, indica el documento final del encuentro.
Esta postura fue defendida, entre otros, por el ministro de Exteriores saudí, Adel al Yubeir, y por su homólogo emiratí.