Costosa derrota del Real Madrid

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Costosa derrota del Real Madrid

El Real Madrid dejó escapar el liderato del futbol español/ AP
El Sevilla le amargó la tarde al conjunto merengue con su victoria ya perdió su primer encuentro, el liderato y encarará el clásico ante Barcelona con muchas dudas

SEVILLA.-  Real Madrid perdió su primer partido de la temporada, además del liderato, y queda tocado para el venidero clásico ante el Barcelona después de que el Sevilla le diera un repaso en la segunda mitad y le endosara un 3-2 que bien pudo incrementarse para devolverle la alegría que tenía perdida.

 

El conjunto sevillista le devolvió al Barça el favor que le hizo hace un mes al Madrid al ganar a los azulgranas en el Sánchez Pizjuán (2-1) y ahora deja a los dos colosos para que se midan en el Bernabéu.

 

Salió el conjunto madridista sabiendo que el Barcelona no había fallado en la visita del Villarreal al Camp Nou (3-0) y que no podía equivocarse en el Sánchez Pizjuán para acudir dentro de dos semanas al clásico del Santiago Bernabéu igualado a puntos con los azulgranas.

 

Los de Rafa Benítez, el equipo más goleador y menos goleado del torneo, salieron al campo sevillista con el portugués Pepe en el centro de la defensa y con el galés Gareth Bale como novedades, y con el colombiano James Rodríguez en el banquillo para esperar su oportunidad después de una lesión que le ha tenido de baja dos meses.

 

El técnico del Sevilla, Unai Emery, después de dos derrotas consecutivas y mal juego, ante el Villarreal en la Liga y Manchester City en la 'Champions', hizo una minirevolución en el 'once' con hasta cuatro novedades para darle otro aire a los suyos.

 

Los visitantes salieron muy enchufados, con un férreo control en el centro del campo que maniató a un rival, que dispuso poco del balón y que solo confió en cerrarse ante su meta Sergio Rico.

 

Así, el Real Madrid apretó y ya a los diez minutos Cristiano Ronaldo lo intentó por primera vez, después Nacho estrelló un zapatazo en un poste y a la tercera el exsevillista Sergio Ramos, en un acrobático remate de chilena, puso el 0-1 a la salida de un córner.

 

Veintidós minutos tardó el equipo del técnico madrileño en adelantarse en el marcador y tener la posibilidad de jugar ya sin la presión de abrir la lata.

 

Bale después lo intentó en dos ocasiones, aunque también entre ambas el italiano Ciro Immobile, sustituto hoy en la delantera de Fernando Llorente y del lesionado Kevin Gameiro, estuvo cerca del empate.

 

Pareció que la formación hispalense despertó ante el contratiempo y también después de que Sergio Ramos tuviera que dejarle su sitio a Raphael Varane al quejarse de un hombro al caer mal en la jugada del gol.

 

Immobile empezó a sentirse protagonista y marcó a los 36 minutos su primer tanto como sevillista en un remate muy escorado que no pudo atajar un dubitativo Kiko Casilla, pero poco después, en una primera parte que acabó sin la especulación inicial local, el italiano estuvo cerca de darle la vuelta al marcador.

 

En la segunda parte pareció que la formación andaluza había perdido sus complejos y el ucraniano Yevhen Konoplyanka y el argentino Éver Banega se lucieron ante un adversario al que le costó mas manejar la situación pese a que siempre quiso ser protagonista con el balón.

 

El Real Madrid se encontró entonces a un adversario que luchó mucho en defensa y que le obligó a remates desde lejos sin encontrar a Bale y Cristiano.

 

Además, el juego en el centro del campo se igualó en la lucha de N'Zonzi y Krychowiak ante Kross y Casemiro, hasta el punto de que una gran jugada del habilidoso Konoplyanka e Immobile fue culminada por Banega en el 2-1 al cuarto de hora de la reanudación.

 

Rafa Benítez hizo ingresar al terreno a James por Isco Alarcón para que el colombiano ayudara a Bale y Cristiano, a los que le llegaron pocos balones francos.

 

El Madrid entonces apretó con todo y fue Sergio Rico el que empezó a intervenir con mucha intensidad ante las acometidas del rival, sobre todo en una parada ante un cabezazo de Casemiro que pudo ser el 2-2.

 

El empate no llegó y sí una contra sevillista que se tradujo en el 3-1 con remate de cabeza Fernando Llorente, quien había sustituido poco antes a un lesionado Immobile.

 

Ese tanto dejó muy tocado al Real Madrid, que pudo encajar algún gol más ante los rápidos contragolpes de un Sevilla que definitivamente se lo creyó y que sólo recibió un tanto de James en la última jugada del partido.