Cortocircuito

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Cortocircuito

Cortocircuito

De la nada se hace y a la nada

retorna cada noche. Es puro mito

que esto tenga sentido. Cumplo el rito

que se inaugura cada madrugada.

 

Esta vida que humilla y que degrada

no tiene desenlace. Escucho el grito

del silencio en su centro. Veo, contrito,

que se cumple la muerte contratada

 

desde la hora de mi nacimiento.

Perpetúo el circuito: mientras gira

el dédalo de ideas y sensaciones,

 

soy mirada que a sí misma se mira,

presa en el vértigo del movimiento,

guillotinada en sus revoluciones.

 

Fuga

Haré el vacío y aquí habrán de toparse

los actos de los otros, sin dolerme;

cota de aire y acero he de tejerme

y en la memoria, sin anticiparse,

 

como cosa sabida, al presentarse

los hechos no podrán ya sorprenderme,

el prójimo más ruin envilecerme

ni mi ánimo tranquilo quebrantarse.

 

Seré mi propio más allá: abatirme

no podrá cosa alguna que hoy asombre

ni suceso fortuito que concurse.

 

Más allá de mí mismo habré de irme,

donde no haya palabra que me nombre

y un tiempo asaz destructor más no curse.

 

Novela

Hoy pudiera escribir su biografía,

pues ya está muerto; pero lo que empieza

nunca termina, y la Naturaleza

adiestra en cada grano su porfía.

 

La página es postigo y celosía

donde asoma el volumen y la ilesa

imagen; de los pies a la cabeza

es una estampa de melancoholía.

 

Pues he cargado al otro por treinta años,

le pongo un límite y una etiqueta,

mando al desván su imagen deslavada.

 

Mientras dura el pasado, no respeta

el porvenir, cargándolo de engaños

y es una pura nada novelada.