Corral ciudadano

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Corral ciudadano

Javier Corral. No, no es un nombre nuevo en la política mexicana, pero se ha venido escuchando mucho en las últimas semanas a raíz de su decisión de exigirle al Gobierno federal que deje de utilizar los recursos de los estados como herramienta de presión y control político.
 
El tema Corral se detona a raíz de que como gobernador de Chihuahua decide emprender acciones legales por presuntos desfalcos cometidos contra el Estado (desvíos hacia campañas del PRI), además de insistirle al Gobierno federal la extradición del exgobernador de ese Estado, César Duarte. La respuesta de Hacienda fue, de acuerdo con Corral, castigarlo por no jugar bajo las reglas no escritas de la convivencia entre gobernadores y Federación, reteniéndole recursos millonarios al Estado con pretextos que parecen poco serios.
 
Cualquiera podría decir que es su obligación, como gobernador, pelear por recursos y apoyo de la Federación, sin embargo, su proceder y su batalla frontal contra el Gobierno de EPN es algo que probablemente no tenga precedente. Los gobernadores de todos los partidos y, en especial, los de oposición han tenido que lidiar por décadas con un federalismo sin reglas claras y con un Gobierno central omnipotente que controla los recursos con base en los deseos del presidente en turno. Incluso los más broncos han tenido que entrar en este esquema de negociación política para no arriesgar sus proyectos y ver pasar sus sexenios teniendo que afrontar los problemas de sus estados con una mano adelante y otra atrás.
 
Ahora Corral se atrevió a patear el pesebre y se ha convertido en el único político de calibre que verdaderamente está representando a los ciudadanos por encima de los arreglos en lo oscurito, dejando el juego de siempre para entablar una batalla estilo David contra Goliat. Esta batalla nos debe interesar a usted y a mí, ya que puede sentar un precedente para reducir no solamente la corrupción, sino el control centralista que nos ha hecho mucho daño. Si usted no es priista de corazón ni funcionario de primer o segundo nivel en el Gobierno federal, entonces debe sentirse representado por lo que Corral está haciendo y lo menos que podemos hacer es darle el apoyo para que llegue hasta donde tope con la esperanza de que Goliat retroceda.
 
Ante tanta información que surge de las “precampañas” presidenciales y el poder desmedido que ejerce el Gobierno federal sobre los medios masivos de comunicación, es probable que el tema de Corral y su Caravana por la Dignidad no ocupe los titulares ni el espacio que debería ocupar. Sin embargo, lo invito a informarse sobre el tema y entender lo que este asunto representa. Apoyemos a @Javier_Corral en redes sociales; y aquellos que no somos de Chihuahua exijamos a nuestros propios gobernadores que saquen la mano (y nuestros recursos) de los procesos electorales.
 
*Con respeto, le recomiendo al gobernador Corral evitar a toda costa que su causa se mezcle con las campañas y su partido. Es más, no le vendría mal a este proceso que renuncie temporalmente (hasta el 2 de julio) a su membresía en el PAN. Hoy por hoy, Javier Corral lleva en sus hombros a muchos más que a los chihuahuenses y creo que estará a la altura de esa responsabilidad.
 
@josedenigris