La contingencia sanitaria por el coronavirus y el aislamiento social obligatorio llevaron a miles de empresas mexicanas a cerrar sus puertas, algunas temporalmente, pero otras de forma permanente. Especialmente los micro, pequeños y medianos negocios experimentarán dificultades económicas que continuarán durante el resto del año, lo que obligará a reacomodos internos y lamentablemente despidos.

Actualmente el sector empresarial exige a las autoridades que se aplace el pago de impuestos y las cuotas obrero-patronales para poder tener fluidez financiera y evitar el cierre de negocios. Algunos ni siquiera con medidas extremas van a poder sobrevivir a los problemas económicos provocados por Covid-19.

Los cálculos de los expertos más optimistas manejan una tasa de desempleo anual que ronda el 5.3%. El peor trimestre será el tercero con el 5.7% de desempleo. Los pesimistas manejan alrededor del 10%. Como no tenemos seguro de desempleo en el país la gente no se puede quedar sin trabajar, lo que hace es autoemplearse, salir a vender cualquier cosa, lavar coches, lo que sea. Eso disminuye la tasa de desempleo”, comentó en entrevista con El Heraldo de México, Nora Ampudia, analista económica.

Ante la postura que han tenido las autoridades federales con respecto a los apoyos a empresas, la banca comercial reaccionó planteando facilidades para el pago de los créditos durante 4 meses. Los clientes pueden negociar y no pagar durante ese lapso los intereses.

“Hay que recordar que los microempresarios no consiguen créditos bancarios, quizás estén endeudados con microfinancieras. La otra característica es que los microempresarios se van a endeudar con sus proveedores, que son los que les dan crédito. El problema es que al no pagarle al proveedor, se genera una cadena de impagos que va haciendo quebrar a diferentes eslabones dentro de la cadena”, advirtió.

La también académica en Economía, de la Universidad Panamericana en Guadalajara, recomienda a micro y pequeños empresarios tener cuidado en los siguientes tres puntos:

1.- Cuidar el servicio al cliente. Un cliente contento siempre será fiel.

2.- Negociar con proveedores. Son socios estratégicos, razonando entre los dos llegar a acuerdos para posponer los pagos.

3.- Iniciar las actividades tan pronto como sea posible y mantener el dinamismo que traían antes del confinamiento en casa y la caída en las ventas.

Nora Ampudia hace un llamado también a los empleados, ya que sus patrones atravesarán momentos de dificultad en los próximos meses. Una empresa fuerte sobrevive a las crisis, pero los corporativos son fuertes por su planta laboral experimentada y comprometida.

“Los trabajadores tienen que ser eficientes, proactivos. En vez de generar problemas, resolverlos, para que el empleador se de cuenta que es capital humano, que no es una carga salarial sino un activo. Una persona que genera valor, que es capaz de solucionar problemas, que tiene iniciativa propia, que es responsable y que reconoce sus errores cuando estos se presentan. Es decir, el trabajador tiene que crear una conciencia al empleador de que es un activo valioso para la empresa y que sin él, la empresa perdería”, detalló.

Mientras tanto, el Gobierno Federal haría bien en posponer proyectos que no le serán redituables ahora sino hasta largo plazo, como el Tren Maya o la refinería de Dos Bocas, entre otros. Esos recursos económicos deberían de utilizarse para rescatar a las empresas mexicanas, beneficiando a millones de trabajadores, concluyó la especialista.