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Corazón
1
El corazón aquel se le salía por los pies y por entre las manos. Su tamaño tan grande era vergonzoso. ¿Cómo podría explicar esto cuando le servían una taza de té y el corazón intentaba salir por las mangas para oler aquella delicia aderezada con miel?
2
Tendida en la cama ella es un barco movido por el oleaje que es el pulso de su corazón. Puede ver el tiro del cuerpo, hacia dónde jala ese bombear.
3
Cardenal silencioso en su pecho, así duerme esa ave y le da vida.
4
De musculosa forma el puño de que es su corazón.
5
Le gusta escuchar el corazón de otros. Cuando es posible mide el tono y la velocidad. Hay corazones con sonidos graves y de gran seriedad. Otros, de embate agudo, semejan un silbido que lleva prisa, como el de su padre.
6
Ha comido corazones, diminutos y en tonos café. De pequeña los veía navegar en el caldo que hacía su abuela luego de desplumar aves de corral. Tenían un sabor dulce.
7
Recuperar la tranquilidad en momentos complejos, era fácil con su perro al lado. Aquel pelaje negro guardaba, junto al hocico también negro, un corazón inmutable que él colocaba a sus pies, mientras ella escribía y él formaba un ovillo a su lado. Esos latidos iban colonizando el pulso de la mujer. La calma reinaba.
8
Latir es triunfar.