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Copa Confederaciones, un nuevo reto para Cristiano Ronaldo
Cuando Cristiano fue convocado por Fernando Santos, la FIFA respiró aliviada, ya que el jugador del Real Madrid es la gran estrella del torneo. De su imagen de marca depende el atractivo comercial de un torneo que ha ido ganando en interés con el paso de las ediciones.
Tras alzarse con la Eurocopa con su selección ahora se ha plantado como objetivo ganar el Mundial y no hay mejor puesta de largo que la Copa Confederaciones. Le ayudará el hecho de que Santos ha convocado a casi todos los jugadores que ganaron la Eurocopa en París, con la excepción del autor del gol, Eder.
Al contrario que otras temporadas, el portugués ha acabado el curso como una moto. Respetado por las lesiones, marcó cinco goles al Bayern Múnich, en los cuartos y tres al Atlético de Madrid en las semifinales de la "Champions", y otros dos en la gran final frente al Juventus. Por si fuera poco, metió dos tantos al Sevilla, otros dos al Celta y otro al Málaga en las últimas tres jornadas de la liga española.
Sin duda, la clave ha sido el descanso que le ha dado Zinedine Zidane, pero también el hecho de que el luso se concienciara de que, a sus 32 años, ya no puede jugar todos los partidos, y que se haya acercado cada vez más al área, lo que ha aumentado su efectividad goleadora y permitido llegar en plena forma al final de la temporada.
Su primer partido será el 18 de junio contra México en Kazán, quince días después de la final de Cardiff.
CONFEDERACIONES 2017: UN CARTEL QUE IMPRESIONA
En su décima edición, que se disputará del 17 de junio al 2 de julio, el cartel de la Copa Confederaciones impresiona, ya que incluye entre sus participantes a Alemania, campeona Mundial de Brasil; Portugal, campeona de la Eurocopa; Chile, de la Copa América; México, campeona centroamericana; además de Camerún, Austria, Nueva Zelanda y la anfitriona, Rusia.
Otras estrellas que la FIFA que esperan ver los aficionados rusos son los chilenos Alexis Sánchez y Arturo Vidal, o los mexicanos Javier Hernández "Chicharito" y Carlos Vela.
En cuanto a los alemanes, Joachim Löw ha optado por un equipo B con sólo dos campeones mundiales (Mustafi y Draxler) y el portero barcelonista Ter Stegen, Sane (Manchester City) y el citado Draxler (PSG) como nombres más conocidos, pero sin puntales como Neuer, Kroos, Khedira, Muller o Hummels. En cualquier caso, los alemanes son conocidos por su capacidad de competir en cualquier circunstancia.
Eso sí, la prensa apunta que, a la vista de las convocatorias de los equipos participantes, Portugal y Chile parten como las grandes favoritas a hacerse con la Copa Confederaciones, torneo considerado un ensayo antes del Mundial que se celebrará en este país en 2018.
Los ocho equipos han sido distribuidos en dos grupos: el A incluye a Portugal, México, Rusia y Nueva Zelanda; y el B a Alemania, Chile, Camerún y Australia.
Los aficionados de los países participantes ya han adquirido varios cientos de miles de entradas, aunque para entrar en un estadio el comité organizador y la FIFA han introducido una novedad: el carné de aficionado.
Con el objetivo de garantizar la seguridad durante el torneo, los seguidores deberán solicitar por internet dicho documento, que además de asistir al partido les permitirá utilizar el transporte público de manera gratuita.
CUATRO CIUDADES Y CUATRO NUEVOS ESTADIOS
El torneo se disputará en cuatro ciudades situadas en los cuatro puntos cardinales de la parte europea de Rusia: San Petersburgo (Báltico), Kazán (Volga), Sochi (mar Negro) y Moscú (centro).
San Petersburgo acogerá el partido inaugural entre Rusia y Nueva Zelanda, y la gran final. El estadio del Rubín Kazán y el Fisht de Sochi albergarán partidos de la primera fase y las semifinales. Mientras, el estadio del Spartak Moscú sólo recibirá encuentros de la fase de grupos.
Los cuatro estadios son de nueva construcción y también han sido elegidos para acoger los cuartos de final y las semifinales del Mundial, aunque el de Sochi sólo fue transformado recientemente en nuevo templo futbolístico tras acoger las ceremonias de inauguración y clausura de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi en 2014.
El Fisht se encuentra a apenas unos pocos cientos de metros del mar Negro y con las nevadas montañas del Cáucaso al fondo. El de Kazán está bañado por un afluente del Volga, mientras el de la antigua capital zarista está rodeado por el Neva.
Precisamente, el Arena San Petersburgo ha sido el mayor quebradero de cabeza para la organización y para la FIFA. Diseñado por el japonés Kise Kurokawa a imagen y semejanza del Toyota Stadium, su construcción se inició en 2007 y se ha prolongado durante la friolera de diez años.
Además de verse salpicado por continuos retrasos, cambios de empresa constructora y escándalos de corrupción, su precio se disparó por encima de los 800 millones de euros (cerca de 900 millones de dólares). El último contratiempo ha sido el estado del césped, que fue cambiado en el último momento.
En cuanto a la seguridad, el atentado suicida en abril pasado en el metro de San Petersburgo ha disparado todas las alarmas, por si lo ocurrido en noviembre de 2015 en los alrededores del estadio Saint Denis de París ya no había sido suficiente.
La amenaza ya no es el terrorismo chechén, sino el Estado Islámico y otros grupos yihadistas que tienen en su punto de mira acontecimientos masivos como los partidos de fútbol.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó redoblar las medidas de seguridad a partir del 1 de junio para prevenir atentados suicidas. Con ese fin, las autoridades establecerán zonas restringidas de vuelo y navegación, prohibirán el acceso de autobuses a las ciudades que acojan dicho torneo, limitarán la entrada de inmigrantes, la venta de alcohol y la celebración de actos públicos.
Rusia ya decidió revisar sus planes y reforzar las medidas de seguridad en relación con ambos torneos tras el atentado terrorista perpetrado a finales de 2015 por el Estado Islámico contra un avión ruso con 217 pasajeros que había despegado de Egipto.
Putin también ha decidido tomarse en serio la amenaza de los aficionados violentos, incluidos los rusos, que superaron en salvajismo a los "hooligans" ingleses durante la pasada Eurocopa.
Endureció los castigos contra los ultras, que pueden ser arrestados, verse privados de acceder a un estadio por espacio de hasta siete años o deportados, en el caso de los extranjeros.
DESTACADOS:
++ Tras alzarse con la Eurocopa con su selección, CR7 se ha plantado como objetivo ganar el Mundial y no hay mejor puesta de largo que la Copa Confederaciones.
++ El cartel de la Copa Confederaciones impresiona con Alemania, campeona Mundial de Brasil; Portugal, campeona de la Eurocopa; Chile, de la Copa América; México, campeona centroamericana; además de Camerún, Austria, Nueva Zelanda y la anfitriona, Rusia.
++ El torneo se disputará en cuatro ciudades situadas en los cuatro puntos cardinales de la parte europea de Rusia: San Petersburgo (Báltico), Kazán (Volga), Sochi (mar Negro) y Moscú (centro).