En el programa CONVERSANDO de este miércoles, el periodista Carlos Arredondo abordó el tema de la mala racha de la industria cinematográfica y de las salas de cine que se vive el día de hoy a raíz de la llegada de la pandemia de COVID-19 al mundo.

Para abordar el tema, en el programa producido por VANGUARDIA, el periodista Mauro Marines, de la sección VMás acudió con sus datos y también los de la periodista Itzel Roldán para poner en perspectiva y los retos del séptimo arte en ‘la nueva normalidad’.

Como información de inicio, de acuerdo con los datos de la periodista Itzel Roldán también de la sección VMás, del 21 de marzo al 10 de agosto hay 169 millones de boletos de taquilla sin vender, en esta época donde abundan las propuestas más importantes del año y cuando las salas de cine más suelen llenarse.

Por ejemplo, Mauro Marines trajo a la mesa el tema del estreno de la película de Mulán en live action, que además de tener errores desde la perspectiva de la opinión pública, sufrió una serie de cambios de fecha, y que hoy se ha traducido en fallas importantes para su record taquillero que fue medido por la plataforma streaming de Disney por la cual se estrenó.

“Todas las empresas han tenido que encontrar maneras alternativas de estrenar sus productos. Sí han logrado buenos números en la taquilla. Pero no tenía esas intenciones tan específicas en el desarrollo de un producto como Mulán que para fines prácticos no ha resultado tan provechoso”, expresó.

Ambos periodistas, también tocaron el tema del dicho “el cine está hecho para el cine”, donde aseguraron que esto puede depender de las producciones y de la búsqueda de las personas sobre la industria del entretenimiento.

“El cine obviamente sí es para el cine por lo menos en el sentido económico, en el contexto de la experiencia del público me quedo con la respuesta de que sí depende mucho del producto, y lo hemos visto en el éxito que hemos visto en series que tienen producción cinematográfica”, expresó.

Carlos Arredondo, planteó además el tema que a muchos les interesa, sobre si con esta racha, la industria del séptimo arte desde las salas se encuentra en riesgo de desaparecer, por lo menos parcialmente o para algunas productoras.

“No creo que esté en riesgo, porque al igual que el cine no reemplazó al teatro, no creo que el cine por sí mismo, a menos que se desarrolle un medio que realmente pueda reemplazar esa experiencia. A menos de la gente que nació en los 90’ o 2000 hay un placer por ir a la Sala, en compartir, en convivir”, manifestó.