A las víctimas de violación se les ha pedido entregar su teléfonos móviles y sus cuentas de redes sociales a la policía o se arriesgan de ver caer sus propios casos

Entregar el teléfono celular a la policía o no habrá investigaciones sobre la violación. Es la controversia inicial del gobierno británico en el ámbito de las reacciones de las nuevas leyes por abusos sexuales.

Presentada la ley en días pasados por el Ministro del Interior, el plan suscita dudas y protestas. La policía tendría el poder de examinar mensajes, correos y fotografías contenidas en el celular de quien denuncia un abuso sexual.

“Pero es posible que una víctima, por razones personales, renuncie a continuar la denuncia de frente por una perspectiva similar”, comenta un portavoz de Victims Support, una organización que ofrece apoyo legal y psicológico a quien sufre una violencia sexual.

Las fuerzas del orden han requerido la consigna de los teléfonos después de algunos casos de violación, en los que las investigaciones se han frenado por falta de pruebas suficientes.

El nuevo objetivo de las nuevas normas es la de ayudar a las víctimas, pero también de no perder el tiempo y recursos por parte de la policía que ha visto reducir su presupuesto y el número de los agentes.

La normativa sobre los celulares está todavía hoy en portada de muchos periódicos ingleses y podrías ser retirada o modificada.

Con información de Repubblica