Se extiende la aplicación de la vacuna rusa.

Parece que es la que da el porcentaje más alto de eficacia. Se está pensando en hacer combinaciones de vacunas para alcanzar el cien por ciento, sin resultados adversos.

Se quiere reforzar la defensa de la frontera respiratoria con recursos externos e internos: El uso de la mascarilla KN95 cuyo hermetismo impida la transmisión por aerosoles y gotículas portadoras.

Sumado a eso, se insiste no sólo en la desinfección de manos sino en no aproximarse ninguna persona a otra ni congregarse en lugares o vehículos cerrados. Así el virus no encuentra medio de transportación para hacer la cadena de contagio.

Se cancelan vuelos y los cruceros quedan sin cruce porque la variante británica es más agresiva. Muy poco le falta a la vacuna “Sputnik” para alcanzar su luna llena de sumo porcentaje en eficacia.

La producción de vacunas va resultando lenta y, junto con el acaparamiento de los países más solventes, provoca que haya más ancianos que vacunas y ausencia de ellas en regiones despojadas y empobrecidas.

Las crecientes cifras estadísticas se trenzan en los gráficos de contagios, confinamientos y defunciones. No se informa mucho de los curados y de los reincidentes.

Se abre el registro y todo mundo quiere ser de los primeros en su grupo. Pero empieza a verse que los últimos quedarán más protegidos porque las variantes del virus irán mejorando las vacunas hasta hacer obsoletas las primeras.

SUPERFINAL LV

“SuperBowl”. Podrán asistir 25 mil espectadores presenciales observando todas las medidas de precaución porque hay multas de quinientos dólares en caso de infracción. La gente apuesta 400 para ganar 600. Kansas City juega en casa contra Tampa Bay. Jefes contra Bucaneros.

El graderío virtual estará completamente lleno por la calidad del encuentro y porque se espera un buen espectáculo de intermedio que iguale o supere el nivel de los anteriores.

Con el gran número de cámaras en estadio y desde drones, el televidente tendrá vista de múltiples ángulos, con acercamientos y repeticiones en cámara lenta y con el sonido ambiental que lo estará rodeando y con las voces de expertos y conocidos comentaristas en el propio idioma. Muchos agradecerán el confinamiento con banquete audiovisual deportivo...

LO PRESCRIPTIVO Y LO VINDICATIVO

La ley es para obligar. La pena es para sancionar. Que no quede el delito sin consecuencias para quien lo cometió.

Es cierto qué hay que presumir la inocencia mientras no haya pruebas que demuestren la ilegalidad.

Pero cuando se tiene la evidencia es grave omisión que la autoridad caiga en impunidad convirtiéndose así en cómplice del infractor.

Los procedimientos han de tener pulcritud y consistencia para evitar que graves culpabilidades no puedan tener consecuencias penales por endeblez e insuficiencia de investigaciones incompletas o inexactas.

Lo prescriptivo y lo vindicativo están al servicio del bien común. Ley razonable, y debidamente promulgada tiene el complemento de la afectación penalizadora señalada por buen legislador para quien incurrió en inobservancia.

Todo ese juego de mandato, desobediencia y castigo tiene –como telón de fondo– la ley natural, la ética, el humanismo, el recto juicio y, con la mirada de la fe, la fidelidad de la conciencia a ley divina, que une verdad, justicia y amor...