Contrapesos

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Contrapesos

A veces la política, con sus muy impredecibles narrativas, suele reinventar sus propias tramas, redefinir escenarios, construir nuevos enconos y colocar allí a viejos personajes para que vuelvan a “desfacer entuertos y vengar agravios”. Eso ocurrirá en la próxima legislatura coahuilense, que marcará el regreso a la arena pública de dos políticos panistas que quizá no tengan demasiada resonancia estatal, pero que en La Laguna no dejaron a casi nadie indiferente en su paso por el servicio público: Luz Natalia Virgil Orona y Rodolfo Walss Aurioles. Ambos llegarán al Congreso por la vía plurinominal y son las cartas fuertes del partido más descalabrado en las elecciones del pasado 18 de octubre. Digo, ya a estas alturas resulta ocioso pretender negar que el PAN fue el máximo perdedor de la contienda al bajar de la segunda a la tercera fuerza electoral en el estado y cosechar apenas el 9.9% de los votos.

Y ahora, el partido que más dramáticamente se desdibujó, pone como puntas de lanza a dos especialistas en las artes del contrapeso y la fiscalización para, por lo menos, exponer desde el legislativo coahuilense “los temas que el gobernador Miguel Riquelme no quiere que se aborden”, según lo expresó el propio Rodolfo Walss Aurioles. Además, para los representantes del blanquiazul, con Miguel Riquelme se ha desmitificado y traicionado la añeja expectativa de que un gobernador lagunero terminaría con la condena de olvido y oprobio que (según se ha repetido tan melodramáticamente por años) ha pesado históricamente sobre esta región de la entidad. Walss lo argumenta al exponer que durante esta administración estatal, encabezada por un torreonense que además fue alcalde, “no hay ninguna obra ni proyecto para la región” y que eso se debe, mucho más que a la tijera presupuestaria del gobierno federal, a que “Miguel Riquelme no ha querido aceptar que recibió de Humberto y Rubén Moreira un estado financieramente quebrado” y que “Coahuila ha sido gobernado, durante los últimos 15 años, por un mismo grupo político cuyas prácticas rayan en lo mafioso”. 

Hasta ahora, dice el próximo diputado de oposición, lo único que pinta del gobierno estatal en la región es una obra interminable como la del Metrobus Laguna (que lleva construyéndose cuatro años y no tiene para cuándo ponerse en marcha), un centro de convenciones inaugurado tarde y a sobreprecios (y que no inició el actual gobierno estatal) y el anuncio de un paso a desnivel, en el crucero de Cuatro Caminos, que todavía es mera idea.

Pero vamos haciendo una exploración al pasado. Rodolfo Walss Aurioles fue secretario del Ayuntamiento de Torreón y después director de Planeación Municipal durante la alcaldía del entonces panista José Ángel Pérez (hoy diputado federal, miembro del PES y luego del PT en aquel movimiento de bancadas del pasado agosto para evitar que el PRI presidiera la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados). Aquella administración municipal corrió entre 2006 y 2009 y coincidió con el gobierno estatal de Humberto Moreira. Con la intención de que el PRI recuperara Torreón, se creó por aquellos años la Secretaría de Desarrollo Regional para La Laguna, encabezada por Eduardo Olmos Castro y donde el hoy gobernador Miguel Riquelme despachaba primero como subsecretario de Desarrollo Social y después como secretario de Desarrollo Regional. 

Tanto funcionó esa maquinaria electoral y la permanente confrontación que esa oficina mantenía con la administración municipal panista, que Olmos y Riquelme fueron los siguientes alcaldes de Torreón. Pero antes de ello, en 2007, y con el argumento de que la Secretaría de Desarrollo Regional se tomaba atribuciones que correspondían al gobierno municipal, Rodolfo Walss Aurioles, en su carácter de secretario del Ayuntamiento, interpuso una controversia constitucional contra el estado que derivó en la suspensión de nueve obras que en ese momento se estaban ejecutando en Torreón, algunas de ellas muy emblemáticas, como el Sistema Vial Centenario, el Sistema Vial Revolución o las remodelaciones al Mercado Alianza y el Canal de la Perla.

Después, con la alternancia en el gobierno municipal que encabezó Eduardo Olmos (y que, por cierto, tenía como secretario del Ayuntamiento al hoy presidente del Tribunal Superior de Justicia, Miguel Mery Ayup), Walss Aurioles fungió como un férreo regidor de oposición, lo mismo que Luz Natalia Virgil Orona, quien como síndica de Vigilancia constantemente ponía en jaque a la administración priista con sus constantes señalamientos a lo abultado de la nómina, el maquillaje que se hacía a las cuentas públicas para disminuir el volumen del endeudamiento municipal, la utilización del Fondo de Pensiones de los trabajadores municipales en gasto corriente, en fin. “Nunca ganamos una votación en aquel cabildo”, recuerda Walss, pero afirma que, pese a la mayoría priista que votaba todo en bloque, al menos se lograban discutir temas incómodos para la administración municipal y es eso lo que se buscará repetir en el Congreso Estatal.

La próxima legislatura coahuilense ofrecerá, pues, nuevas tramas con aquellos personajes. Por un lado, Miguel Riquelme, Eduardo Olmos (que como diputado local todo apunta a que presidirá el Congreso) y de paso Miguel Mery Ayup: tres laguneros a la cabeza de los tres poderes del estado. Y del otro, dos panistas que en su momento fungieron como sus férreos opositores. ¿Serán suficiente contrapeso frente a la aplastante mayoría priísta que dominará el Congreso de Coahuila?

Manuel Serrato
PRÓXIMA ESTACIÓN