Hoy en su colaboración para el diario Excélsior, el periodista Francisco Garfias, indicó que el caso de Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, a quien tres exfuncionarios de alto nivel que trabajan en la empresa brasileña Odebrecht lo señalan de recibir sobornos por 10.5 millones de dólares, habría contaminado la elección del 2018.

Garfias escribió que parte de los supuestos sobornos que Lozoya negó haber recibido habrían coincidido con el inicio y la culminación del proceso electoral de 2012.

El periodista dijo que dichas coincidencias de calendario y elecciones en 2012 bastaron a los para especular que el dinero habría ido a parar a la campaña presidencial de Enrique Peña.

Y aunque el vocero presidencial lo desmintió y calificó las versiones de acto de mala fe, la declaración no fue suficiente porque la bola de nieve creció al grado quela Fepade ya tomó cartas en el asunto.

Y para variar, el diario brasileño O Globo y la organización mexicana El Quinto Elemento Lab balconearon, simultáneamente, los supuestos sobornos a Lozoya que habrían ascendido, ese año electoral, a cuatro millones de dólares.

Garfias aseguró que el monto hace pensar que esa cantidad no incide para nada en una campaña presidencial y es que alrededor de 40 millones de pesos —al tipo de cambio de entonces— no compensan los riesgos que se corren al aceptar sobornos de fuera en una campaña presidencial. Más bien parece que enriquecieron a quien los recibió de quien medios ayer que Lozoya compró una casa de contado en 38 millones de pesos.