1.- Después de una década entera de no presentarse en la ciudad de Monterrey, la cantante Thalía presentó en un conocido auditorio de la capital del estado de Nuevo León su concierto Latina Love Tour. Aunque tuvo algunas fallas en el sonido, eso no importó tanto a los asistentes que abarrotaron el lugar, como el uso de “playback” por parte de la cantante en algunos temas, sobre todo los más complicados de interpretar. Aunque su imagen personal es impecable, quizá en estos momentos no se encuentre en las mejores condiciones físicas para bailar y cantar al mismo tiempo como lo presumió tanto en sus famosos conciertos acústicos.

2.- Esos conciertos acústicos son aquellos que promocionó hasta el cansancio en los que aparece en pantalón de mezclilla, una camiseta blanca, el pelo recogido en cola de caballo y el rostro aparentemente sin maquillaje. O quizá llevaba un maquillaje excesivamente natural. Afortunadamente, Thalía ya abandonó esas pretenciones de “no necesito del adorno y la parafernalia, me basta con mi talento” y lo demuestra en Latina Love Tour. Aunque ella es muy buena intérprete que sabe cómo sacar partido a sus capacidades vocales para lucirse en las grabaciones de estudio, al final de cuentas ella sí necesita de la construcción de su propio personaje para ser exitosa.

3.- Le pongo un ejemplo para contrastar. La maravillosa voz de Adele es impresionante y no importa si la cantante británica está reventando de sobrepeso, se haga un peinado antiguo o decida no hacer giras internacionales para ir a cuidar a su pequeño hijo. Lo único que ella necesita es que la escuchemos. Usted compra un tema de ella en internet y cae rendido a sus pies. Sin verla. Pero el caso de nuestra compatriota Thalía es muy diferente. No estoy diciendo que sea mala o peor que Adele, simplemente es un producto distinto. Desde que la conocimos en Timbiriche y en la telenovela La pobre señorita Limantour, quedó claro que Thalía se construye de afuera para adentro.

4.- ¿Usted recuerda la vocecita tímida y emitida en susurros y pujidos que Thalía usaba en las entrevistas que le hacían en la época de Timbiriche? Mientras Paulina Rubio hablaba con su característica voz aguardientosa y ademanes rudos, la intérprete de Entre el mar y una estrella se lucía con su actitud de niña dulce, mientras coronaba su cabeza con una cabellera rizada y alborotada hasta el infinito. Evidentemente ¡estaba montando un personaje! Con el tiempo, y con mayor presupuesto, modificó su imagen y se dirigió a un estilo más pulcro. Con maquillaje suave, pelo largo y lacio, vestuario de diseñador. Pero seguía siendo un personaje.

5.- ¿O todavía alguien cree que el aparatoso vestido de novia que usó para casarse con Tommy Mottola fue producto de la casualidad o un capricho de Thalía? ¡Por supuesto que no! Era simple y sencillamente un vestuario más de su personaje público. En ese momento, ella estaba representando a la “latina hermosa, carismática y sencilla que encuentra a su príncipe azul norteamericano”. No estoy diciendo que Tommy y Thalía no se quieran. Lo que quiero dejar claro es que cada paso en la carrera y en la vida personal de ella, está estratégicamente planeado para darle resultados medibles en pesos y centavos. O más bien en dólares.

6.- Volviendo a su presentación en Monterrey, Thalía cumplió perfectamente con el compromiso que tiene con su propio personaje. Lució su diminuta cintura en vestuarios espectaculares y no hubo nada que reclamarle en ese sentido. También presentó a Pedro Fernández, quien vive en tierras regias, para cantar un tema con él. Después, cuando siguió con su tour en la Ciudad de México, a quienes invitó a cantar fueron Érick, Benny y Sasha, ex timbirichos como ella. Aunque en el grupo sólo coincidió con Érick Rubín porque Benny Ibarra ya se había salido y Thalía entró al grupo como sustituta de Sasha Sokol.

7.- Repasando lo anterior, queda claro que Thalía está haciendo su tarea. Cuida su personaje, se desprende del ego haciendo asociaciones que le permiten lucirse aún más con el público y lleva de gira un espectáculo muy completo. Pero para mantenerse como estrella en el mundo de la música necesita cuidar justamente su calidad intepretativa. Decir no al “playback”. Seguir preparándose vocalmente con maestros especializados. Ser muy creativa con las nuevas propuestas para que no le sigan pidiendo que cante Marimar o María Mercedes. Está a muy buen tiempo de dar el gran salto de cantante de moda a figura consagrada.  
“Para mantenerse como estrella en el mundo de la música necesita cuidar justamente su calidad intepretativa”.