Las investigaciones de la fiscalía de Brasil apuntan a que el exmandatario, Luiz Inácio Lula da Silva, habría recibido de la constructora OAS por lo menos un millón de reales (263 mil dólares) en muebles y remodelaciones para un lujoso apartamento de su propiedad ubicado al sur de Sao Paulo.

La empresa, está implicada en el caso de corruptela que desfalcó con por lo menos 31 mil millones de dólares a la paraestatal Petrobras.

“Hay evidencia de que OAS pagó gastos elevados para remodelar el departamento, costeó muebles de lujo para la cocina y dormitorios y que todo ocurrió de manera inusual y con la participación del presidente de la constructora, Leo Pinheiro”, suscribió un comunicado de la Fiscalía del Estado de Paraná.

De comprobarse los vínculos entre la empresa y el ex presidente brasileño, éste podría ser inhabilitado políticamente hasta por diez años.

El Ministerio Público de Brasil, que analiza las declaraciones del exmandatario, formuladas el viernes pasado, estima que Lula podría haber incurrido en actos impropios para su cargo en 2010, cuando aún era presidente de Brasil. La fase número 24 de la Operación Lava Jato, apunta a que un penhouse, propiedad de líder del Partido de los Trabajadores (PT) fue costeado con dinero ilícito.

El inmueble, de tres pisos, ubicado en la exclusiva Playa de Las Asturias, al sur de Sao Paulo, tipo triplex, número 164-A fue construido por OAS, una de las principales beneficiarias de la obra pública del gobierno petista.

El apartamento, que cuenta con con una privilegiada vista al mar, living, comedor, cocina habitación para el servicio doméstico, tres recámaras sauna y piscina, fue entregado al mandatario a finales de 2010.

Existen fotografías en las que Lula aparace al momento de la entrega de las llaves acompañado de su esposa, María Letícia Rocco.

La remodelaciones que señalan las investigaciones también fueron realizadas a finales de 2010 cuando Lula todavía ejercía como presidente de la nación. En ese sentido la autoridades consideran que el exmandatario pudo haber incurrido en prácticas impropias para su cargo, y que podría ser imputado por “improbidad administrativa”.

De acuerdo con informes, extraídos de la Operación Lava Jato, y divulgados por el diario O Globo, Da Silva recibió más de 2 millones de dólares de las empresas Odebrecht, OAS y Andrade Gutierrez en donaciones monetarias; cuyo principal benefactor fue el Instituto Lula, además de que la constructora Camargo Correa habría patrocinado discursos del exmandatario entre 2011 y 2014.

Los abogados de la defensa señalaron que el ex presidente no tuvo conocimiento del inmueble sino hasta 2011, y que el apartamento había sido adquirido por amigos del político.

Por otra parte, el Instituto que lleva su nombre confirmó la presencia de la familia Da Silva en el inmueble propiedad de la inmobiliaria Solaris, pero se deslindó de cualquier práctica que relacione al mandatario con alguna de las constructoras que participaron en el desfalcó a Petrobras.