Constitución de 1917, y la tarea de impulsar un proyecto constitucional social transformador para nuestro tiempo

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Constitución de 1917, y la tarea de impulsar un proyecto constitucional social transformador para nuestro tiempo

Por iniciativa del presidente Venustiano Carranza se afianzaba la vida institucional de la República

Amigas y amigos lectores, el día de hoy conmemoramos el aniversario 103 de la Promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. 

En el marco de la celebración de un año más de vida de nuestra Carta Magna, destaco brevemente algunos datos del documento jurídico-político más importante de la nación.

En primer lugar, cierto es que fueron mexicanos excepcionales quienes como diputados constituyentes en Querétaro materializaron las demandas de la mayoría en los convulsos inicios del siglo 20, sin embargo, es justo reconocer que el texto constitucional iniciaba en los legítimos ideales del pueblo revolucionario. 

Por supuesto, para los legisladores no fue tarea sencilla construir consensos entre los distintos grupos ideológicos. Para muestra los apasionantes debates registrados en los archivos históricos. A pesar de esto, afortunadamente los congresistas coincidieron en lo fundamental: la patria es primero. 

Como resultado, los derechos sociales fueron el espíritu del texto. Nació en 1917 la primera Constitución social del mundo. La Constitución Mexicana se convirtió en una Ley de avanzada para la época. Ese sería el gran pacto social que consolidaría la Revolución. 

Bajo este amplio acuerdo popular, como elemento simbólico y material de nuevos tiempos, se consolidó la tercera transformación nacional dando paso a un periodo de estabilidad social y política. Por iniciativa del presidente Venustiano Carranza se afianzaba la vida institucional de la República. 

Definitivamente reflexionar sobre la esencia originaria de nuestra Ley de Leyes nos permite identificar cómo fue modificándose al paso del tiempo hasta sumar más de 700 reformas. Pasando de 22 mil palabras a superar las 60 mil. Cabe mencionar que los cambios más destacados fueron ideológicos y una de las peores etapas fue la neoliberal, no sólo por no dar justicia a la mayoría, sino por generar 50 millones de personas pobres. Pero a pesar de la amplitud de modificaciones nuestra Constitución permanece vigente.

En suma, a las y los diputados que hemos llegado por la coalición Juntos Haremos Historia nos toca, además de revertir las reformas para retornar al espíritu social originario (como lo hemos venido haciendo desde el primer día de esta Legislatura), consensuar distintas corrientes de pensamiento para que se edifique, impulse y consolide la pieza jurídica, social, política y simbólica representativa de la cuarta transformación de México, es decir, una nueva constitución dotada de las legítimas aspiraciones de paz, justicia, democracia, derechos, libertades, desarrollo y bienestar para la sociedad de nuestro tiempo. 

Cristalizar un proyecto constitucional social transformador es una responsabilidad enorme, no es fácil, pero hoy, como hace 103 años, se debe trascender diferencias políticas pensando que la Patria es primero. 

@melbafarias1
Facebook: Diputada Melba Farías
Melba Farías Zambrano
Desde San Lázaro