Acostumbrada a la afición merengue, Marcelo se erigió como el salvador de las aspiraciones madridistas. / AP
Tras un golpe tempranero, el Real aprovecha a un Bayern lesionado y da dos ‘golpes’ vitales en la Semi de Ida de la Champions

Bayern M. 1-2 Real Madrid
Gol x gol
Joshua Kimmich 28’
Marcelo 44’
Marco Asensio 57’

MÚNICH.-El Real Madrid conquistó por tercera ocasión consecutiva el Allianz Arena, para dar un paso firme hacia la final de Kiev y la búsqueda de la tercera corona consecutiva, tras superar momentos de sufrimiento ante el empuje del Bayern.

Las bestias negras son cosas del pasado para un Real Madrid que domina el fútbol europeo y ya es leyenda tras ser el primero en conquistar dos Ligas de Campeones consecutivas y tres de las cuatro últimas ediciones.

El Bayern, dominador total del futbol alemán donde no encuentra rival, salió con ganas de revancha ante su último verdugo.

El duelo de colosos y favoritos al título arrancaba con un ritmo endiablado que impedía ejecutar la idea inicial de Zinedine Zidane.

La ausencia de Alaba era un factor a explotar que le hizo decidirse.

El intocable Karim Benzema al banquillo. El Real Madrid jugaría con un solo punta y Lucas Vázquez buscando las cosquillas a un lateral cambiado de banda como Rafinha en la solución de urgencia de Jupp Heynckes.

La primera subida de Marcelo dejó metros a su espalda que devoró Joshua Kimmich.

Encontró el error de Keylor Navas, el segundo grave consecutivo tras el tercer tanto de la Juventus en el Santiago Bernabéu, y adelantó al Bayern.

El portero tico se anticipó esperando un centro y cuando vio que era un disparo centrado reaccionó demasiado tarde.

Llegaron momentos de duda en los que supo sufrir el Real Madrid y perdonó el Bayern, especialmente Franck Ribery cuando completamente solo controló mal y no definió ante la salida de Keylor.

Minutos antes Arjen Robben acabó lesionado en una disputa con Toni Kroos y Marcelo.

Después, llegaba la segunda lesión: Boateng, como un directo al mentón del Bayern.

Heynckes se quedaba sin dos cambios ante el desgaste que le esperaba a su equipo.

Y ahí llegó el tanto del respiro. Confiado siempre en sus posibilidades, de un centro que cayó del cielo de Lucas Vázquez, apareció la zurda de Marcelo, que a un minuto del final del primer acto ponía el empate enganchando un disparo cruzado inalcanzable para el portero germano.

El Allianz era terreno conquistado recientemente y los jugadores madridistas sabían como volver a hacerlo.

El tanto les permitía defender bien y golpear al contragolpe. Para eso recuperaba el equilibrio Zidane con un cambio en el descanso. Isco, con molestias en un hombro, dejaba paso a Marco Asensio y a un 1-4-4-2 en el que el Real Madrid recuperó credenciales.

Fue una segunda parte en la que Ribery hizo todo lo posible por ser el héroe del partido pero el juvenil Marco Asensio le arrebató el protagonismo.

El extremo francés hizo diabluras desde el costado izquierdo, sometiendo a tal desgaste a Carvajal que acabó lesionado. Dos recortes y asistencia a Thomas Müller para que Sergio Ramos fuese salvador.

Cuando se esperaba el aluvión del Bayern llegó un regalo que decide un gran partido. El error de Rafinha marcó el duelo en una salida de balón, con su equipo volcado y dando el pase a Asensio.

Corrió con velocidad junto a su socio, Vázquez y la asistencia la mandó a la red con tranquilidad y un disparo cruzado. El Real Madrid ya había golpeado de nuevo.

El rey de Europa había vencido por sexta ocasión consecutiva a su antigua bestia negra.