Muhammad Al-Samaraie es un inmigrante iraquí de 21 años que hace dos días se convirtió en un símbolo de humanidad en Turquía fue fotografiado en un tranvía y dio sus zapatos a un niño descalzo, entre las miradas desconcertantes de los demás pasajeros.

Las imágenes del joven, que permaneció en calcetines después de haberle donada al pequeño sus zapatos , se han vuelto virales en redes sociales y ha dado la vuelta al mundo. Pero Muhammad, al principio, no se ha percatado de esa fama.

Lo entendí cuando un chico se me acercó en un bar y me pidió que me tomara una selfie”, dijo a la agencia turca ihlas. Cuando le pregunté por qué, me dijo que ojeara el periódico y vi mis fotos”.

Muhammad, lleva cuatro años en Turquía con su familia, y no había hablado con nadie sobre el gesto. Lo había hecho por amabilidad, porque no podía 2ver a un niño sin zapatos o sin abrigo en un día frío”. Le dijo a los medios turcos sin dudas: “Lo haría de nuevo”.

Al principio, explicó Muhammad, el niño no quería aceptar el regalo. “Pero después de hablarnos un poco y explicarnos que vivía cerca de la parada de autobús, estaba convencido”.

Ahora los medios y los habitantes de Samsun, donde se supone que el niño debe vivir, están buscando al niño: quieren saber si está bien y continuar ayudándolo.

Con información de Repubblica