Una carta es el único medio por el que Ángela Hernández podría comunicarse con su hijo Santiago después de 10 meses de no saber de él.

El niño, de apenas cinco años, en julio pasado fue sustraído por su padre durante la primera visita que haría junto a él tras un divorcio turbulento. 

Este es el primer Día de las Madres en que esta mujer solo tendrá recuerdos y fotografías de su hijo a las que se aferra para mantener viva su imagen. Desde hace meses ha emprendido una batalla legal contra su ex marido para recuperar al Santiago, y en esta carta le explica a su hijo lo mucho que lo ama y necesita.
 
“Santiago, mi pollito, ha pasado mucho tiempo sin vernos. No es que no quisiera verte, lo que más deseo es que volvamos a estar juntos y verte feliz, te arrebataron de mi lado injustamente y sé que te han hablado mal de mí y te han dicho muchas mentiras, pero tú y yo sabemos que no es verdad, esto va a terminar y tú eres muy pequeño para entender por qué lo hicieron. 

“Algún día cuando crezcas vas a entenderlo todo. Desde que supe que iba a ser mamá fui la mujer más feliz del mundo y mi vida entera desde que naciste la dediqué a ti. Siempre has sido mi mayor alegría y me dediqué a cuidarte y quererte con todo mi corazón.

“Mi pollito, me da mucha tristeza que tengas que estar pasando por todo esto.

“Todo este tiempo que ha pasado no he dejado de pensar ni un solo segundo en ti, todo este tiempo que no hemos jugado, que no te he contado cuentos antes de dormir, que no vimos tantas películas en el cine juntos como lo hacíamos, yo siempre te he tenido en mi corazón y pienso en ti en todo momento y en cada lugar en el que estoy, 
todo me recuerda a ti, te extraño mucho mi pollito Pío.

“Quiero que sepas que no he dejado de luchar porque te regresen al lado de mamá, como siempre habíamos estado y no voy a descansar hasta que se haga justicia y estemos juntos, vea que estas feliz y tranquilo, como siempre debiste estar.

“Ha sido un camino muy difícil para mamá y no imagino todo lo que has tenido que vivir, sufro como no podrías entender el que no estemos juntos, el no saber cómo estás, cómo te sientes, pero Diosito me ha dado fuerzas para seguir adelante por ti.

“Te prometo que muy pronto vamos a estar juntos y el día que regreses vamos a jugar como antes, a platicar, reírnos, abrazarnos y te voy a comer a besos. Siempre le pido a Diosito que te cuide y que dentro de lo que estás viviendo, puedas estar feliz, y que esas personas entiendan el daño tan grande que te han hecho. 

“Yo, tu mami y Momo, estamos juntas esperándote, porque te amamos mucho mi pollito hermoso.

“Te AMO con todo mi corazón, pronto estaremos juntos mi pollito; sé fuerte como mami.

Te AMO”. 

Atentamente, mami.