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Confusiones fatales

En la Calle Cuquita Dávila de la Colonia Satélite Sur, hay una tienda de conveniencia. El 29 de diciembre del año pasado, entró a esa tienda una persona, intimidó al encargado y con violencia se llevó una botella de Whiskey. El encargado llamó al 066 para denunciar el robo. Testigos refieren que llegaron 6 policías en una unidad municipal. 

El empleado llevó a los policías a un domicilio en la misma calle, donde presuntamente se metió el sospechoso. Los agentes dicen que procedieron a revisar los alrededores del domicilio y argumentan que les fue permitido el acceso por la dueña. 

Los testigos afirman que de 6 policías, 2 de ellos allanaron el domicilio, subieron a la azotea. En la azotea del domicilio contiguo estaba un joven de 26 años, llamado Isaías Tello Barrientos, apodado “Chito”. 

“Chito” estaba revisando el tinaco de su casa. Policías afirman que le pidieron descender, y al no acatar indicaciones aseguran que lo confundieron con el delincuente, procediendo al aseguramiento para llevarlo con la parte afectada. 
Las versiones son diferentes: policías dicen que al descender de la escalera de madera que recargó a la azotea él mismo se cayó, nadie lo agredió a golpes. No especificaron si a Isaías Tello lo sometieron o lo derribaron de la escalera de madera, como aseguran sus familiares. 

“Al muchacho no lo golpeamos como lo dicen y no voy decirle nada más”, fue lo único que dijo uno de los policías preventivos, quienes se encuentran suspendidos. Negaron la acusación y aseguraron que el joven se desvaneció. 

Testigos de la colonia aseguran que al afectado lo presionaron para descender a base de golpes; uno de los oficiales lo agredió con la culata de un rifle que lo hizo caer al suelo; lo subieron a la misma patrulla en la que lo trasladaron a la tienda de conveniencia donde ocurrió el robo. 

El encargado dijo que no se trataba del responsable, que no era culpable. Lo dejaron libre. Días después le joven denunció la agresión. “Chito” falleció el 6 de enero en un hospital a causa de las lesiones. 

El 11 de enero, familiares y amigos protestaron cerrando el bulevar Coss para exigir justicia. Una cartulina decía “No más injusticia y violación a nuestros de derechos. Hoy fue ‘Chito’, ¿mañana quien será?”. 

Hasta aquí los hechos que dan cuenta las notas en este medio. 

En 1999 ocurrió un caso muy semejante en Manhattan. Amadou Diallo tenía 22 años y era vendedor ambulante, vivía en la calle Wheeler 1157. El 3 de febrero de 1999, Diallo volvió a su apartamento poco antes de la medianoche, bajó a la entrada principal y se quedó parado tomando el fresco. 

Más tarde un Ford Taurus con 4 agentes de policía vestidos de civiles, con chalecos antibalas y pistolas semiautomáticas pasaron por ahí. Uno de los policías vio a Diallo y dijo ¿qué hace ese tipo ahí? Pensó que podría estar vigilando para avisarle a algún ladrón y que además encajaba con la descripción de un violador múltiple que había en el barrio.
 
Se estacionó frente a la casa del Diallo y pensó que no había duda que algo pasaba. Los policías salieron del coche y uno, mostrando su placa, dijo “policía, ¿podemos hablar? -El joven no contestó-. 

Después se supo que era tartamudo y que no habla bien inglés. Se sentía aterrorizado, estaba afuera de su casa en un barrio donde habían robado recientemente. Los policías corrieron hacia él. Diallo se quedó quieto y después entró corriendo en el portal tomó la chapa de la puerta con su mano izquierda y con la otra intentaba sacar algo de su bolsillo. 

La policía afirma que empezó a sacar un objeto negro que parecía un arma. “Tiene un arma”, gritó un policía. Abrieron fuego, 41 disparos. Cuando se acercaron se dieron cuenta que Diallo tenía una cartera en su mano y no había ningún arma. Los 4 agentes fueron procesados por homicidio. 

El jurado los absolvió. Su conclusión fue “un terrible accidente porque los policías a veces tienen que tomar decisiones sobre cuestiones de vida o muerte en condiciones de incertidumbre”; por otra parte, hicieron suposiciones y juicios erróneos fatales. Fallaron en leer la situación y el pensamiento del otro. 

jesus50@hotmail.com