Conflicto armado de Aguililla solo denota la ingenuidad del gobierno de AMLO para apagar “el fuego”
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Conflicto armado de Aguililla solo denota la ingenuidad del gobierno de AMLO para apagar “el fuego”
En Michoacán está sucediendo una guerra entré Cárteles Unidos, que han surgido de los grupos de autodefensa en el sexenio de Peña Nieto.
Al mismo tiempo nacieron en buena parte del viejo Cártel de los Beltrán Leyva, y el Cártel Jalisco Nueva Generación.
De acuerdo con la columna de Raymundo Riva Palacio publicada por Vanguardia, hay dos rutas altamente lucrativas, la de los precursores químicos para producir las metanfetaminas y el fentanilo, que han llegado por el puerto de Manzanillo, y la que nace en las minas de hierro en la región de Aguililla, Tepalcaltepec, Buenavista y Apatzingán, para venta clandestina a los chinos.
Menciona que el crimen organizado se ha trepado a las autoridades federales de una manera obscena y humillante por los resultados.
Andrés Manuel López Obrador ha propuesto una mesa de negociación en Aguililla para finalizar el bloqueo y los enfrentamientos.
Sin embargo, el resultado fue un ataque directo a las instalaciones del Ejército por parte del Cártel Jalisco Nueva Generación, y un enfrentamiento en la cárcel de Buenavista Tomatlán, donde los miembros de Cárteles Unidos están queriendo rescatar a Miguel Ángel Treviño, el Z-40, el legendario jefe de los Zetas.
Agrega que existen bloqueos de carreteras en toda esa zona y de acuerdo con las denuncias repetidas en las redes sociales. Sin embargo, tanto la Guardia Nacional y el Ejército no están existiendo.
Se encuentran pasivos a pesar de los ataques en su contra, y la razón de la paralización de las fuerzas federales es que AMLO les ha ordenado que no actúen, sin importar lo que les hagan.
Concluye mencionando que el conflicto en Michoacán, se está convirtiendo en el desastre de AMLO, porque se ha metido en un fenómeno criminal sin entenderlo, pensando que el voluntarismo presidencial basta para acabarlo.
Mientras que los cárteles están devorando esa región en una guerra donde tienen a las fuerzas federales de espectadores y a una autoridad pasiva e incompetente, doblegada por los criminales.