Concluye en Tec de Monterrey semana de convivencia con niños con capacidades diferentes

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Concluye en Tec de Monterrey semana de convivencia con niños con capacidades diferentes

550 personas asistieron al Vive Extremo Camp en el Tecnológico de Monterrey. Foto: Vanguardia/Orlando Sifuentes
Convive alumnado con personas con capacidades diferentes

Luego de una semana llena de diversión, ayer por la tarde llegó a su fin la duodécima edición del Vive Extremo Camp en el auditorio del Tecnológico de Monterrey campus Saltillo.

Más de 550 asistentes festejaron después de siete días de intensa actividad y convivencia entre personas con capacidades diferentes y el alumnado del Tecnológico.

El evento fue presidido por el grupo estudiantil Jóvenes con Valores, quienes luego de meses de trabajo coordinado por la presidenta Fernanda Cisneros Arteaga, lograron conectar a la comunidad estudiantil con niños y adultos con Síndrome de Down, discapacidad mental o física.

Diversión. Los alumnos y personas con capacidades diferentes participaron en una coreografía. Foto: Vanguardia/Orlando Sifuentes

Litzy Aguirre, quien tiene discapacidad intelectual, fue acompañada por la alumna Ximena González, quien comentó: “Nos fue muy padre, tomamos muchas clases juntas, pero Litzy disfrutó especialmente la equinoterapia”.

Luego de siete días de convivir de 09:00 a 13:00 horas, el estudiante de 21 años Manuel Prado afirmó que desde el primer día se encariñó con Vicente, quien nació con Síndrome de Down, juntos bailaron y fueron parte del equipo 18.

De igual forma se contó con la presencia del director general del Tecnológico, Angelberto Guardado Astorga; el director del Instituto Municipal de la Juventud, Gabriel Elizondo; Alejandro Llama Rodríguez y José Eduardo Iga, del DIF Saltillo.

Astorga calificó al encuentro como una oportunidad anual de empaparse de alegría, creatividad y esfuerzo, también agradeció a los familiares de las personas con discapacidad su entrega y confianza con el Tec de Monterrey.

Destacable. La Orquesta Filarmónica del Desierto se encargó de la clausura; participó Emanuel Joseph Bishop, violinista de 21 años con Síndrome de Down. Foto: Vanguardia/Orlando Sifuentes

Por su parte, José Eduardo Iga, recalcó la importancia de no victimizar o limitar el destino de las personas con discapacidad: “No nacimos para vivir en la comodidad, ni ser adulados, tampoco somos ángeles de la creación. Los invito a exigirnos como a cualquier otro, somos como cualquier otro que quiere casarse, triunfar profesionalmente y demás”.

Los participantes de esta edición, procedentes de distintas asociaciones como el CRIT, Hellen Keller y Vida de Autismo, se lucieron durante la presentación de una coreografía musical.

La clausura del evento corrió a cargo de la Orquesta Filarmónica del Desierto. En esta ocasión el director Natanael Espinoza tuvo la oportunidad de colaborar con el estadounidense Emmanuel Joseph Bishop, joven violinista de 21 años con Síndrome de Down.

El músico se ha consolidado como un ejemplo al ser un embajador de la esperanza y perseverancia, ya que además de inglés, habla español, francés y latín.