Usted está aquí
Con Zlatan en modo dios, Milan se lleva el Derbi della Madonnina
El sueco Zlatan Ibrahimovic decidió con un doblete este sábado el derbi de su Milan contra el Inter (2-1) y mantuvo a su equipo líder de la Serie A con el pleno de puntos tras cuatro jornadas.
A sus 39 años, Ibrahimovic tardó 16 minutos en sellar su doblete y fue un referente ofensivo en los momentos más duros del derbi, cuando el Inter, que recortó distancias con el belga Romelu Lukaku, se volcó al ataque.
El veterano delantero sueco, que fue titular este sábado tras perderse los últimos dos encuentros liguero por dar positivo por coronavirus, sigue siendo una auténtica pesadilla para el Inter, su exquipo, al que ya anotó seis goles con la camiseta "rossonera" del Milan.
The derby is #InterMilan #SempreMilan pic.twitter.com/GeZ7mtjcXB
— AC Milan (@acmilan) October 17, 2020
Fue "Ibra" quien, a los doce minutos de partido, consiguió la pena máxima que permitió desbloquear el derbi. Cruzó el disparo y el meta esloveno Samir Handanovic repelió el balón, pero el rechace fue favorable al delantero milanista, quien subió el 1-0 al marcador.
Fue un golpe psicológico para el Inter, que había empezado bien el derbi, con un marroquí Achraf Hakimi excelente por la banda derecha. Cuatro minutos después del 1-0, Ibrahimovic repitió al rematar un centro de Leao y puso dos goles de distancia.
No faltó la reacción interista, que recortó distancias en el 29 de la mano de Lukaku, tras un óptimo centro desde la banda izquierda del croata Ivan Perisic.
Se volcó al ataque el equipo de Antonio Conte, empujado por su pareja de delanteros, Lukaku y el argentino Lautaro Martínez, pero la zaga milanista aguantó e Ibrahimovic permitió suavizar la presión al conseguir unas fundamentales faltas para respirar.
El 2-1 final permitió al Milan reencontrarse con un triunfo en el derbi liguero ante el Inter que le faltaba desde 2016 (seis derrotas y tres empates) y se colocó al frente de la tabla en solitario, algo que no ocurría desde 2012.
Lo hizo además con el pleno de victorias y un solo gol recibido, números que en el Milan no se veían desde el curso 1995-1996, con Fabio Capello en el banquillo.